Fuerte golpe para el sector de la hostelería y el alojamiento en La Rioja este verano. En unas vacaciones a la región marcadas por las reservas a última hora, el recelo por la evolución del virus y las estancias más cortas, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha informado de que las pernoctaciones en La Rioja en el mes de julio ascienden a 48.509, de ellas 42.725 pertenecen a turistas residentes en España, mientras que 5.784 a extranjeros.
Las cifras no son buenas: al comparar con julio de 2019, el INE registró un total de 90.112 pernoctaciones en la región (71.776 de residentes nacionales y 18.336 extranjeros), una caída, pues, del 46,17 por ciento.
Si se atiende al dato de viajeros, este tampoco arroja resultados positivos, habiendo descendido en un 44,96 por ciento los viajeros que se han decantado por conocer La Rioja. Si en julio de 2019 la región contó con un total de 51.506 visitantes (39.729 nacionales y 11.777 extranjeros), este julio la cifra ha descendido a 28.349 (24.889 viajeros residentes en España y, tan solo, 3.460 extranjeros, casi una cuarta parte).
Los viajes antes y después del Estado de alarma
Remontándose a un escenario anterior al Estado de alarma, decretado el 14 de marzo, según indica el INE, en febrero se realizaron más viajes a La Rioja que en julio, mes que acostumbra a ser de los más fuertes para el sector hostelero y de alojamiento. Concretamente, viajaron a La Rioja un total de 37.498 personas, de ellas 33.297 residían en España y 4.201 vinieron desde el extranjero.
En junio, una vez se finalizó el Estado de alarma, la curva de viajeros comenzó un ligero ascenso desde la cifra cero, llegando a registrar ese mes 5.199 viajeros nacionales y 643 extranjeros, 5.842 en total.
