La Rioja

Sin hacer el ‘chorra’ por las calles, pero sí en los huertos y cuartos

Nada tenía que ver lo que se veía este martes en las calles de Calahorra con cualquier otro 25 de agosto. La normalidad reinaba en la glorieta de Quintiliano, en las calles más céntricas y en los bares de alrededor. El dispositivo policial rondaba por ellas sin mucho más que hacer que recordar a los cuatro que iban vestidos de peña que las fiestas se habían suspendido y que había que cumplir las normas. Prácticamente un par de pañuelos, alguna que otra blusa entre gente muy joven, una mesa con almuerzos y un grupo de unas setentañeras vestidas de blanco.

El ayuntamiento, trabajando con normalidad fuera de las imágenes habituales de otros años de nervios contenidos, gente subiendo y bajando por las escaleras y las reinas vestidas de blanco prestas a vivir uno de los momentos más emocionantes de su reinado. El parque de Servicios, pendiente del traslado de las oficinas de Urbanismo en vez de poniendo música y colocando y descolocando escenarios, mesas para degustaciones, maderos para el encierro…

Periodistas cazando la ‘no noticia’ y el jefe de la Policía Local, José Manuel San Juan Vega, explicando que contaba con un dispositivo reforzado con la ayuda además de Protección Civil. “Estará activo a lo largo de todo el día y durante el fin de semana, especialmente”. La idea es controlar los cuartos que pueden ser fuente de contagios, ya que son lugares donde se relajan mucho las medidas de seguridad sanitaria. “Total normalidad en lo que es el casco urbano”, decía.

Y razón llevaba. Pero no había más que rascar un poco esa imagen más oficial e irse a Instagram, la red social más utilizada por los jóvenes, para ver que la realidad del no chupinazo calagurritano no ha sido esa. O al menos no sólo esa. Cuartos y huertos con jóvenes bailando el ‘besamé otra vez’, selfies con las cabezas bien juntitas, reuniones de adultos en las que se sobrepasaban las diez personas y el incumplimiento de cualquier medida de distanciamiento. Y pocas, muy pocas mascarillas. Así será complicado controlar la transmisión del virus.

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