Por Fernando Martínez López, miembro de Farmacéuticos Sin Fronteras
Que conste que no es un afán de tranquilizar porque las cifras actuales no tranquilizan a nadie, pero tampoco de vestir de titulares apocalípticos con una alta transmisión por comportamientos sociales y familiares inadecuados. En su justo término con La Rioja como referencia, tenemos unos quinientos casos activos, que son muchos, pero son en realidad un veinticinco por ciento de los 2.016 que llegamos a tener en plena oleada. Y hay que tener en cuenta que ahora detectamos cinco veces más que entonces. Eso sí, comienza a haber una alta hospitalización. Ya hay veinte en Logroño, tres de ellos en UCI, y otros tres en Calahorra.
¿Qué quiere decir? Pues que la gente asintomática que se contagiaba en ocio diurno y nocturno, de edad más joven, participa los fines de semana en celebraciones familiares y contagian a gente vulnerable porque la costumbre de las celebraciones parece que no somos capaces de dejarlas. Y los latinos son muy familiares para estas cosas, pero los españoles también. Reducido el ocio nocturno y si se extrema el cuidado en el ocio joven, a la vez que cesan las celebraciones hasta más adelante, esto se puede recudir y se puede parar. Y una explicación de este estilo la deberían dar las autoridades sanitarias y políticas, que parece mentira que tengamos Delegación del Gobierno, Presidencia de la Comunidad, Consejería de sanidad y director de Salud y un ¡alcalde! y nadie informe a la población de la verdad de lo que está pasando y cómo cortar la trasmisión en La Rioja, que ya alcanza a los centros laborales.
A estas alturas no es de recibo que una trabajadora de centros sociales se contagie. Ni familiares ni amigas. Eso es una irresponsabilidad intolerable. Pero todavía es más lamentable que con más de sesenta casos diarios, el doble que la semana pasada, el alcalde no haya citado a todas las entidades ciudadanas (culturales, deportivas, sociales, peñas, ONGs, sociedades gastronómicas, asociaciones de todo tipo, incluidas las de otros países con otras costumbres) y no hayan pergeñado un plan de información y pedir la colaboración ciudadana para evitar los contagios. Y más lamentable aún que la presidenta de la comunidad y la consejera de Salud no hagan lo propio con el mismo tipo asociativo en toda la comunidad, incluidas las confesiones religiosas. Pero visto el fallo ciudadano que se está produciendo, la participación ahora es fundamental para cumplir las normas y evitar contagios.
Y el problemas es serio y en dos sitios grave, pero reconducible todo. Si veis el primer cuadro por el número de contagios de este sábado, sólo País Vasco (685) y Madrid (1.199) indican que hay una cierta falta de control por el elevado número de casos, pero no es una zote pandémico aún porque el índice de hospitalización sobre las camas totales es bajo. En La Rioja, con 23 en el hospital, es del 2,1 por ciento. De las que presentan un índice alto, el mayor es Aragón con el 13,6 por ciento y está saliendo de un fuerte brote, luego Madrid (9,8 por ciento), País Vasco (9,1 por ciento) y ya luego viene Baleares con un 5,6. Luego la hospitalización es baja.
Por último, intentar tranquilizar a la gente con el cuadro en el que se ven las pruebas que se están haciendo y el elevado número de casos que acotan bastante el virus y que indican el porcentaje de detección. Cuanto más bajo es, mayor detección hay y a la inversa.
Madrid tiene un problema de que no se ha rastreado nada y se detecta mucho, lo que indica un cierto descontrol de contagios porque muchos de esos casos, aunque se les realiza la prueba, sus síntomas ya presagiaban el caso positivo. Y los positivos asintomáticos hay que buscarlos y conseguir que se aislen (se habló de aquellas arcas de Noé, pero parece que lo han convertido en cruceros individuales). En caso contrario, a finales de setiembre tendremos un problema. Ahí sí, con todo el mundo de vuelta en su puesto de trabajo y la gente menor escolarizada. Hoy Madrid tiene un porcentaje de detección del 10,95 por ciento, Aragón del 10,44 por ciento y País Vasco del 9,57 por ciento. La Rioja del 7,8 por ciento, Andalucía del 4,83 por ciento, y Cataluña del 1,14 por ciento (prácticamente localizan a todos porque realizan test supermasivos, que tampoco son necesarios). Es para que os hagais una idea de lo que digo.
Venga, tranquilos. Vamos a parar las cifras, exigir información de las formas de contagio prevalecientes en cada territorio y además de frenar los contagios, ir reduciéndolos en dos semanas.
