La batalla arancelaria entre Estados Unidos y la Unión Europea no cesa. El país norteamericano debía dar una respuesta a la medida de presión comercial contra productos de países europeos antes de este miércoles y lo hizo. Los representante de Comercio de los Estados Unidos han decidido mantener los impuestos en un quince por ciento para los productos de aviación civil y un 25 por ciento para el resto, -entre los que se encuentran el vino y el aceite- por un valor total de 7.500 millones de dólares (unos 6.364 millones de euros).
Ante la postura, la Federación Española del Vino (FEV) lamenta la decisión de EE.UU. Una medida que “se impuso el 18 de octubre de 2019 como represalia por el caso de los subsidios a la compañía aeronáutica Airbus a pesar del acuerdo alcanzado el pasado 24 de julio entre Airbus y los gobiernos de Francia y España para realizar modificaciones en los contratos”.
En este escenario, “el vino sigue siendo víctima de un conflicto ajeno que ya ha perjudicado gravemente a las bodegas españolas en un mercado prioritario como EE.UU. y en un momento especialmente delicado para el sector por la recesión provocada por la crisis del COVID-19 en todo el mundo y las restricciones a la hostelería en un buen número de países, entre ellos España”.
Desde el comienzo del conflicto, tanto desde la FEV y su asociación europea (CEEV), como desde la Plataforma de afectados por los aranceles de EE.UU. en el marco de FIAB, “hemos sido muy activos en la defensa de los intereses del sector, reclamando a las autoridades españolas y europeas en diversas reuniones que se alcanzara una solución negociada y se eliminaran los aranceles injustificados sobre productos no relacionados con el contencioso”.
De nuevo, desde la FEV “instamos a nuestro Gobierno a que retome la negociación con EE.UU. al más alto nivel para buscar una solución a un problema que ya ha supuesto una importante pérdida de margen comercial para muchas empresas españolas a costa de poder mantenerse en un mercado estratégico en el que llevan años invirtiendo y desarrollando su actividad exportadora y que, de prolongarse esta situación en el tiempo, podría suponer su expulsión definitiva del mercado”.
La Federación explica que desde octubre, los vinos (excepto los espumosos) con una graduación alcohólica inferior o igual a 14 por ciento vol. y en envases de dos litros o menos procedentes de España, Francia, Alemania y Reino Unido se han visto gravados con un arancel adicional del 25 por ciento ‘ad valorem’. La decisión de mantener los aranceles, al menos durante los próximos seis meses (salvo que haya un acuerdo), no hace sino “agravar la crisis del sector del vino a ambos lados del Atlántico”.
Estados Unidos es el segundo destino de las exportaciones españolas de vino en valor y el primero fuera de la UE, con casi 324 millones de euros y un 22,3 por ciento del total. Según los últimos datos del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), el país ha reducido notablemente sus importaciones de vino envasado español en valor desde la introducción de los aranceles, y especialmente en marzo (-34,2 por ciento), abril (-22,8 por ciento) y mayo (-20,8 por ciento), coincidiendo con la crisis del coronavirus.
