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Unai Orradre: “Al cruzar la meta, la sensación fue de felicidad increíble”

El piloto riojano Unai Orradre (Alfaro, 4 de abril de 2004) está destinado a dejar huella. A sus solo dieciséis años, ya es uno de los más prometedores en su disciplina. Debutó el pasado fin de semana en la categoría SSP300 y consiguió la victoria en su primera carrera, celebrada en el circuito de Jerez el pasado sábado. En la segunda, disputada un día más tarde, logró la sexta plaza. Conclusión: el riojabajeño es tercero en el Mundial con 35 puntos, a solo uno del líder Tom Booth – Amos.

A bordo de su Yamaha, valora sus sensaciones del fin de semana: “Era mi primera carrera, el viernes desde el Libre 1 (sesión de entrenamientos) teníamos buen ritmo y una vuelta rápida nos hizo clasificarnos directamente a la superpole. Durante la primera carrera, vi que tenía un poco más ritmo que los demás y decidí tirar a ver si podía escaparme. Cuando crucé la meta, después de entrenar y prepararme tanto, la sensación fue de una felicidad increíble”,

Un día más tarde, el deportista admite que la carrera fue más complicada y hubo más adelantamientos, pero salió también muy contento. Con los pies en el suelo y muchas ganas de aprender, no quiere marcarse un objetivo claro: “Tenemos que ir ganando los máximos puntos posibles y luego a ver dónde nos colocamos y por qué peleamos cuando queden pocos puntos”. Todo ello, dentro de una categoría repleta de jóvenes promesas que luchan por llegar a lo más alto. Entre ellos, Ana Carrasco, quien en 2017 se convirtió en la primera mujer ganadora de una carrera de motociclismo.

Orradre se centra en aprender y coger experiencia. En su localidad natal, sus progresos se siguen con fervor y máximo interés: “La gente estaba muy emocionada, el móvil casi no me funcionaba de la cantidad de mensajes recibidos y están todos apoyándome para la próxima carrera”. Un calendario que se comprime al máximo debido a la incidencia de la COVID: siete fines de semana de competición y catorce carreras. La próxima cita será en el Algarve (Portugal, 9 de agosto).

El alfareño explica que la pandemia ha cambiado todo, obviamente sin la presencia de público en las gradas: “Se ha reducido todo completamente, ahora solo puede entrar un acompañante y en la parrilla también”. Un tiempo que también ha sido convulso para Unai: “Tuve un accidente el 13 de abril en casa y me tuvieron que operar”. En ese tiempo, el joven deportista estuvo escayolado y perdió un mes, pero afirma haberse recuperado muy bien y volver así con más fuerza.

En definitiva, un periodo convulso que ha fortalecido al riojano, que tiene muy claro su punto fuerte: “Tengo mucho ritmo y no necesito que nadie tire de mí, me gusta correr en solitario”. Y también sus puntos de progresión: “Debo mejorar el ir en grupo y adelantar mucho más”. Todavía es un adolescente, pero es capaz de hablar como un auténtico adulto y apunta a dar muchas tardes de gloria al deporte riojano en los próximos años. El tiempo dirá, pero quien siembra, suele acabar recogiendo…

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