Deportes

Un nuevo marco: las condiciones de La Liga para el Logroñés

Foto: Eduardo del Campo

La llegada de la UD Logroñés a Segunda División otorgará muchos beneficios al club riojano, pero también le exigirá muchas obligaciones. La Liga de Fútbol Profesional controla minuciosamente el aspecto financiero de cada entidad, el respeto a su imagen corporativa y la explotación de los derechos televisivos. Si en la Segunda División B el dinero recaudado de los abonados supone un buen porcentaje de los ingresos del club; en la Liga Smartbank, los operadores televisivos aportan gran parte de esta cantidad. Eso sí, a costa de decidir los horarios de los encuentros.

El organismo presidido por Javier Tebas tiene la intención de vender el producto alrededor del mundo, en lugares como China, Japón o Estados Unidos. Olvídense de jugar los domingos a las cinco de la tarde, las ‘teles’ tienen siempre la prioridad. Durante la pasada temporada, hubieron horarios tan dispares como viernes 21:00, domingo 12:00 o domingo 14:00. No suelen coincidir muchos partidos de forma simultánea, por lo que no es un formato idóneo para los amantes de los carruseles radiofónicos. A cambio, hay fútbol prácticamente todo el día. Definitivamente, cosas del fútbol moderno.

¿Por qué los clubes aceptan todo esto? La respuesta es simple, porque reciben una gran cantidad de dinero. De los más de 1.500 millones de reparto televisivo que reparte el fútbol profesional, el diez por ciento (150 millones) van destinados a la Segunda División. Una vez dentro de esa liga, cada conjunto recibe al menos el setenta por ciento como base fija, sumándole el resto en conceptos de rendimiento clasificatorio e impacto social (abonados, audiencias, redes sociales…).

En la 18-19, el Málaga recibió treinta millones de euros por conceptos televisivos, seguido por el Deportivo de la Coruña (23,7) y Las Palmas (23,6). En esa temporada, los recién ascendidos recibieron en torno a seis millones de euros: el Rayo Majadahonda y el Extremadura, 5,6; el Mallorca, 6,1 y el Elche, 6,4. Unas cifras orientativas para hacerse una idea de cuánto puede recibir el Logroñés. Cifras que triplican su último presupuesto en Segunda División B.

Control presupuestario y plantilla

LaLiga ya ha vivido situaciones con descensos económicos y concursos de acreedores, como las vividas por el CD Logroñés (2000) o el Elche (2015). Para ello, tal y como indica el Artículo 42 del Reglamento General, la competición aplica una dura vigilancia económica. El límite para gastar en plantilla se sitúa en el cuarenta por ciento del presupuesto, aunque el ente puede reducirlo al treinta por ciento si percibe un mal balance económico. Esto se denomina ‘Punto de Equilibrio Presupuestario’ y tiene en cuenta la gestión del club en la temporada actual y las dos anteriores.

Para confeccionar sus bloques, los clubes podrán elegir entre jugadores inscribibles y jugadores no inscribibles. Los primeros incluyen los futbolistas, el cuerpo técnico; los jugadores con contrato en vigor que, aun no estando inscritos en la liga, tampoco lo estuvieran en otro equipo del mismo club. Para que un jugador del filial blanquirrojo debute en Segunda necesitará no estar inscrito en ninguna de las dos plantillas. También serán inscribibles los jugadores que, aun sin relación contractual, generen alguna contraprestación económica al club (por ejemplo, derechos de imagen).

El máximo de licencias profesionales en un club asciende a veinticinco, con un límite de dos extracomunitarios (fuera de la UE), que podrán ser alineados de forma simultánea. Lo bueno es que el concepto se ha flexibilizado en los últimos años, incluyendo a un centenar de países.

En términos económicos, cada profesional deberá recibir un salario mínimo de 77.500 euros, tal y como indica el convenio federativo.

Marketing e imagen corporativa

LaLiga obliga a que todos los estadios sean monocromáticos, es decir, que todas las gradas tengan el mismo color. Solamente se permite que distinciones laterales varíen de color (en el caso riojano, el distintivo ‘Las Gaunas’, tildado ahora de blanco. Con 16.000 localidades, el club no tiene problemas para superar el límite mínimo de capacidad, cifrado en 6.000. Lo que sí que tendrá que hacer la entidad es instalar publicidad uniforme en el contorno del campo. Además, existe la opción de colocar paneles electrónicos móviles, tan habituales en los campos de Primera División.

Subir