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Los siete ‘imprescindibles’ para visitar La Rioja

*Artículo realizado en colaboración con La Rioja Turismo

Qué sería de La Rioja sin sus sierras que cobijan a los más significativos complejos históricos de la región. Qué sería de La Rioja sin su Rioja y la infinidad de bodegas y viticultores que lo hacen posible. Y qué sería de un buen vino sin la compañía de una gastronomía referente. Una tierra que tampoco lo es nada sin sus gentes.

Todos estos rincones hacen de esta comunidad una parada obligatoria que ahora más que nunca está siendo redescubierta en tiempos en los que toca quedarse cerca y ahondar en el patrimonio de uno mismo. A continuación se presentan los siete ‘imprescindibles’ que no pueden faltar en una visita por La Rioja. Este es el momento de completar la lista.

1. Un fin de semana entre vino y cultura. Una degustación de las especialidades de algún bar de la calle Laurel o San Juan en Logroño o la Calle de la Herradura en Haro, junto con el Rioja de la casa, es una buena forma de comenzar la visita. El Museo Vivanco es otra de las paradas obligatorias, donde es recomendable la realización de un curso de cata. Adentrarse en el mundo de la elaboración vinícola de la mano del centenar de bodegas que abren sus puertas al público es una estupenda opción para conocer de primera mano qué se esconde detrás de cada botella. Las actividades deportivas entre viñedos son otro de los atractivos turísticos para completar el plan.

2. Monasterios de Yuso y Suso: Patrimonio de la Humanidad. En el valle del río Cárdenas se erigen bajo la Sierra de la Demanda estos dos monasterios datados del siglo XVI. La importancia cultural de Suso se manifiesta en la colección de manuscritos y códices que salieron de su escriptorio, uno de los más notables de la Edad Media en España y que reflejan la más antigua manifestación escrita de la Lengua Española. Diferentes estilos arquitectónicos se agolpan en Yuso, plagado de tesoros artísticos. De especial interés es el conjunto formado por la Biblioteca y el Archivo, considerados entre los mejores de la España monasterial.

3. De pinchos: gran gastronomía en pequeños bocados. En La Rioja abundan los buenos bares, pero no dejan de ser un ‘imprescindible’ de la gastronomía los establecimientos de la calle Laurel en Logroño. Ocupan el ‘podium’ de los clásicos el champiñón del Soriano o el Ángel, las bravas del Jubera y las setas del Cid. Pero la lista se extiende por todos los rincones, llegando a los Rotos, el Tío Agus o el SOodado de Tudelilla en la calle San Agustín. Fuera de la capital, Calahorra o la zona de la Herradura en Haro se pueden encontrar pinchos de calidad y rutas que recorrer para conocer esta gastronomía en miniatura.

4. Parque Natural de ‘Sierra Cebollera’. Este enclave geológico es un espacio privilegiado dentro del Sistema Ibérico por las formaciones glaciares y los ‘hoyos’ ubicados a más de 2.000 metros. Anterior ruta para los pastores transhumantes de Cameros, esta tradición ha dejado huella en el paisaje con sus corrales y ermitas. Las rutas a través de los bosques de pinos, hayas y robles, sorteando arroyos de montaña con saltos de agua y pequeñas cascadas en un entorno de bosque de ribera otorgan a este espacio un gran valor ecológico y paisajístico plagado de una fauna silvestre abundante. No hay que olvidar las diferentes actividades y recursos audiovisuales que ofrece el Centro de Interpretación del Parque Natural.

Sierra Cebollera | Foto: La Rioja Turismo

5. Reserva de la Biosfera de La Rioja. Sin salir del entorno natural riojano, la Reserva de la Biosfera es el perfecto ejemplo de unión del hombre y la naturaleza en perfecta sintonía. Una manera de fomentar el desarrollo económico y social sostenible según las necesidades de sus habitantes contribuyendo a la formación, la educación ambiental y la investigación científica. Entre las actividades económicas principales de la zona destacan la ganadería extensiva, la agricultura de secano y la agricultura hortofrutícola. En los últimos años ha ganado terreno el sector turístico, como es el caso del complejo del balneario de Arnedillo o la infinidad de alojamientos rurales instalados en los municipios.

6. Ruta europea cicloturística. Eurovelo 1, denominada también Ruta de la Costa Atlántica, que transcurre desde el Cabo Norte (Noruega) hasta Sagres (Portugal), atraviesa La Rioja en su recorrido a través de una red de 15 rutas cicloturísticas de larga distancia que conectan y unen todo el continente europeo. La ruta Eurovelo 1 llega a La Rioja desde Navarra, donde, pedaleando entre viñedos por Ventosa, se alcanza Nájera. A través de varios caminos agrícolas, la ruta atraviesa Azofra y Alesanco hacia Cordovín y Badarán, donde se vuelve a disfrutar del paisaje del viñedo y la imponente Sierra de la Demanda. El recorrido transita por Berceo, Cañas, Santo Domingo de la Calzada y Grañón hasta perderse por Castilla y León.

7. Mototurismo: Ruta de los Tres Valles. Atravesando las riberas de los ríos Najerilla, Iregua y Leza, los amantes del motor sobre dos ruedas disfrutarán de un itinerario singular por su belleza y elementos de protección. Los 188,8 kilómetros y los 29 municipios de la región por los que circula la ruta permiten apreciar parajes naturales como Sierra Cebollera, el mirador del Cañón de Río Leza, las Dolinas de Zenzano, los hayedos de Tobía o las cuevas de Ortigosa de Cameros. Un sinfín de curvas para los mototuristas envueltas en sinuosos paisajes que sorprenden a su paso en cualquier época del año.

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