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Un golazo de Achi convierte a la SD Logroñés en equipo de Segunda B

Foto: FRF

La SD Logroñés es nuevo equipo de Segunda División B, tras empatar con el Varea (1-1) y haber obtenido un mejor lugar en la competición regular. Un gol de bella factura de Achi al filo del descanso ha sido decisivo. Recuperación de Emilio Lozano, carrera vertical, pase al hueco para el punta y el atacante la pone en la escuadra. Nada que objetar por parte del arquero Benji, quien no ha podido evitar que el balón se colara en las mallas. Golpe muy importante para la eliminatoria, ya que obligaba al cuadro arlequinado a anotar dos tantos para llegar a la categoría de bronce.

Clasificados con los mismos puntos que los blanquirrojos (70) pero con peor goalaverage, a los pupilos de Jorge Ochoa no le valía otra cosa que la victoria para llegar a la categoría de bronce. En este atípico playoff provocado por la COVID-19, ni las gradas tienen público, ni los partidos duran noventa minutos. En caso de empate tras 90 minutos, el mejor puesto en liga prevalece. Y ese privilegio pertenece al conjunto de Albert Aguilá, una auténtica roca a nivel defensivo que llevaba más de quince horas sin encajar gol. Hasta que ha llegado el cabezazo de Cordovín para poner las tablas…

Cuando mejor estaba el Varea, Diego Jiménez ha cometido una grave pérdida, causando el inicio de la jugada del 1-0. Un marcador que ha dado alas a la SD Logroñés. Se las prometían muy felices los de Albert Aguilá, pero un centro desde el costado diestro y un remate inapelable ha colocado las tablas. Un equilibrio que les seguía valiendo a los blanquirrojos, pero que ponía la final a fuego vivo. Bajo un intenso calor, la batalla física presidía el duelo y ambos conjuntos se estaban dejando el alma para progresar hacia el tercer escalón del fútbol nacional.

Muy directo y valiente, el cuadro arlequinado no ha dudado en disparar repetidamente hacia la portería rival, aunque muy poco entre los tres palos. Mucha actividad en tres cuartos, pero poca imaginación dentro del área. Mientras que los ‘visitantes’ no dudaban en lanzar balonazos largos, el cuadro ‘local’ quería tocar más el esférico y llevar el juego a un ritmo más lento. Con el marcador y el cronómetro a favor, Ochoa se ha visto obligado a buscar soluciones desde el banquillo (Ache). Minutos antes, un larguero de Imanol ha estado a punto de dar carpetazo a la contienda.

El calor hacía mella en las energías del Varea, muy desgastado por su esfuerzo. Por fortuna para ellos, a falta de quince minutos, la pausa de hidratación les ha permitido organizar ideas y prepararse para el último arreón. Alcalde y Escribano como revulsivos y la intención de contrarrestar a una SD Logroñés que ha sabido manejar bien el ‘tempo’ del encuentro. Iñaki Toledo y Naceur le han aportado dinamismo en la zona ofensiva. Consciente de su situación, el campeón del Grupo XVI no querría asumir un solo riesgo. Una estrategia que le estaba funcionando.

Al Varea no le quedaba otra que quemar las naves, buscando el ataque total con Asier Alonso y Álvaro Hernando. Con cuatro puntas, ya no había tiempo para ninguna elaboración. Con la tensión por las nubes, faltas constantes y las tarjetas amarillas multiplicadas en la segunda mitad; a los vareanos les ha faltado gasolina y un tanto de pegada. Rubén Pérez, el ‘pichichi’ de la categoría, no ha podido encontrar situaciones favorables. Pese a todo, el final de la temporada en el fútbol riojano iba a ser absolutamente cardíaco.

Seis minutos de tiempo añadido, tensión por todo lo alto y otra demostración de oficio por parte de Aguilá. Triple cambio (Binke, Murias y Santolaya) para enfriar el ritmo de su rival y hacer que se jugara lo menos posible. El ‘otro fútbol’, más determinante que nunca. Y así, ocho años después del último ascenso en Tafalla, el incombustible capitán Miguel Ledo y su equipo jugarán en Segunda B la próxima temporada. Carpetazo al fútbol riojano con sonrisas y lágrimas, así es este deporte.

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