El próximo lunes comienza uno de los pocos campamentos que se desarrollarán en un verano marcado por la desescalada en La Rioja. El Centro de Educación Especial Marqués de Vallejo ya está preparado para acoger a unos chicos que intentarán evadirse durante julio, si bien la preocupación es la nota reinante entre los trabajadores del centro.
Tanto los monitores como el personal de limpieza temen un posible rebrote en un campamento en el que “nuestros chicos son población de riesgo, ya que en muchos de los casos tienen problemas de salud asociados a su trastorno del desarrollo”.
Por este motivo, hace dos semanas solicitaron al Gobierno de La Rioja pruebas serológicas que permitan que “todos podamos desarrollar el campamento con la tranquilidad de que nadie se va a contagiar”. “Buscamos la seguridad de todos, pero sobre todo de los acampados”, recalcan desde el Marqués de Vallejo.
“Sin respuesta”
En cambio, lamentan que “desde que se aprobó el campamento no se ha recibido ninguna respuesta por parte de las autoridades”. Tanto los monitores como el personal del servicio de limpieza se encerrarán en el campamento desde el lunes y hasta el día 25, fecha en que finaliza la actividad, programada con carácter intensivo para evitar posibles contagios en las salidas de fin de semana. Pero insisten en la necesidad de realizar test a los participantes y al personal para ahondar en la tranquilidad de todos.
La otra opción, la de dejar a los chicos sin campamento, ni siquiera se les ha pasado por la mente a los responsables de su cuidado, ya que lo consideran “prioritario”. “La cuarentena ha supuesto una parada importante en todas las terapias que reciben los alumnos del centro y se han visto retrocesos en lenguaje, movilidad y conducta”, explican, subrayando que “necesitan este campamento, pero necesitan que se desarrolle de forma segura”.
