Crisis del Coronavirus

El vermú se ‘aparca’ en la calzada de las calles de Logroño

No ha sido una buena temporada para nadie, ni sanitaria ni económicamente. Cientos de negocios han visto cómo tuvieron que echar la persiana en marzo. Algunos, no han podido volver a subirla y otros lo han hecho, pero “con la soga al cuello”. El sector de la hostelería ha sido uno de los que más ha tenido que adaptarse a nuevas medidas en consonancia con las decisiones implantadas por las autoridades sanitarias: higiene y distanciamiento social.

Con el avance de la desescalada los hosteleros trasladaron sus preocupaciones al Ayuntamiento de Logroño, entre las que se encontraba la reducción de mesas en las terrazas, incluso la desaparición de algunas por no cumplir con la distancia marcada entre la terraza y el propio local. El consistorio aseguró que estudiaría ampliar el espacio y, en caso de que no existiera, usar plazas de aparcamiento contiguas a los locales con las medidas de seguridad oportunas. Y así han nacido las ‘nuevas’ terrazas de Logroño.

“Sin duda es una buena opción para nosotros, porque si no no podríamos contar con terraza, y ahora mismo lo que quiere la gente es calle”, explica Judit, propietaria del Nuevo Dominó. “Tenemos menos espacio que antes y menos mesas, pero las que hay se utilizan”. Eso sí, cumpliendo siempre las medidas de desinfección e higiene. “Por precaución desinfectamos cuando el cliente se va y cuando se sientan”.

Justo al lado de este local se encuentra El Junco, que, hasta el momento, no corre la misma suerte que sus vecinos. “Tengo pedida la solicitud hace tiempo, pero hasta que no me la concedan y pinten el suelo no puedo ponerla, porque existe el riesgo de que me sancionen”, cuenta Jesús, dueño del establecimiento. “Con estos días que ha habido hemos echado mucho de menos la terraza, porque la gente es lo que pide, pero sabíamos que la situación tras el COVID-19 no iba a ser fácil. Hay que ser paciente y esperar”.

Por su parte, Ángel, del bar Jordan, sigue contando con las mismas mesas que tenía antes de la pandemia, “lo único que hemos hecho es bajarla a la carretera. Esta medida es una solución ahora, y se agradece, pero el Ayuntamiento podría poner una plataforma en los espacios que ocupan ahora las terrazas, como en otras ciudades. De esa forma se dejaría la acera más libre para el peatón y nosotros contaríamos con nuestras instalaciones en la calle. Bueno para el consistorio y bueno para los bares”. Ángel nota que la gente está con ganas de terraza, “pero una cinta y cuatro bolos de plástico no es la mejor forma de delimitarla”.

La medida de acondicionar estas zonas de aparcamiento ha sido bienvenida por los hosteleros, “aunque antes poníamos doce mesas y ahora solo seis, pero no cabe duda de que es una forma de reactivar la actividad de una forma segura para todos”, señala Izadi de Swing Tavern.

Subir