El fiscal ha rebajado este lunes en algo más de seis años la pena solicitada para el acusado de atar a una mujer en una silla y amenazarla con un cuchillo de grandes dimensiones hace ahora casi dos años en Calahorra.
Pese a solicitar en primera instancia una condena de diez años y medio de prisión, la rebaja de la pena responde a que -según refleja el escrito de la Fiscalía- en el momento de la comisión de estos hechos “el acusado tenía sus facultades levemente afectadas por el hecho de haber ingerido drogas y medicamentos de manera descontrolada en los últimos días, habiendo estado desde tiempo atrás en tratamiento psicofarmacológico por depresión y abuso de drogas”.
Cabe recordar que los hechos se desencadenaron en la noche del 25 de octubre en una vivienda de Calahorra. Allí se encontraban el acusado y su víctima, una mujer con la que pocas semanas antes “había comenzado una relación de amistad” tras haber coincidido con ella en la calle y ofrecerle vivir en su domicilio, “que decía ser de su propiedad y que estaba vacío desde hacía tiempo”.
Bien entrada la madrugada, el detenido preguntó a su víctima por una papelina de anfetaminas y, al responderle esta que no sabía dónde estaba, “le quitó las botas y la sentó por la fuerza en una silla”, a la que ató con unas bridas. Con la mujer inmovilizada, la amenazó con un cuchillo, un martillo y un gancho de carnicero, “diciéndole que la iba a desollar y desmembrar”.
En esa situación se mantuvo la mujer durante algo más de hora y media, hasta que aprovechando un despiste de su captor logró deshacerse de las bridas y saltar desde una ventana, agarrándose a unos cables de la luz durante la caída y rompiéndose un pie al caer al suelo.
Tras el acuerdo de conformidad alcanzado este lunes, además de los cuatro años y tres meses de cárcel (y una orden de alejamiento vigente durante diez años), el condenado deberá indemnizar a su víctima con 15.010 euros en concepto de responsabilidad civil.