Desde el pasado fin de semana han sido muchos los controles que se han puesto en la ‘frontera’ entre Calahorra (La Rioja) y San Adrián (Navarra) para evitar el paso de una a otra comunidad. De momento, sigue prohibido por la crisis sanitaria del COVID-19. Son muchas las relaciones laborales y personales que existen entre los dos municipios, pero también es verdad que las limitaciones para el paso son claras. Sólo puede pasarse por motivos laborales justificados o por motivos sanitarios o de cuidado de personas dependientes.
Esto no estaba siendo así. Por eso, la Policía Foral interpuso este jueves un total de once denuncias por movilidad interprovincial entre estas dos localidades. Denuncias a calagurritanos y denuncias a adrianeses que no pudieron justificar el paso de una a otro comunidad.