Crisis del Coronavirus

“Los negocios locales, ahora más que nunca, necesitan la ayuda de la sociedad”

Cualquier día normal, hace tres meses en las calles del Paseo de las Cien Tiendas de Logroño, había paseos, gente mirando escaparates, clientes saliendo de las tiendas con sus compras en la mano, vinos, cervezas, vermús y refrescos en las mesas de las terrazas que se llenan cuando el sol acompaña. En definitiva, vida. Aunque para muchos, por desgracia, esta zona “ha perdido mucho, sobre todo en cuanto a ventas”.

Hoy, otro día un poco menos normal en las mismas calles: pocos paseos; gente mirando escaparates, sí, pero pocos clientes saliendo con bolsas en la mano; terrazas a medio gas, entre otras cosas porque hay que guardar las distancias; guantes y muchas mascarillas. Tras la apertura de los grandes centros comerciales en Logroño, el pequeño y no tan pequeño comercio local de esta zona sufrió las consecuencias. Y ahora, llega el coronavirus.

“Estamos contentos porque, por lo menos, estamos abiertos y poco a poco, muy poco a poco, todo empieza a encaminarse hacia esa nueva normalidad”, explica Diego Ochoa, de la librería Santos Ochoa y presidente de la Asociación Paseo de las Cien Tiendas. “Las cifras en estos momentos distan mucho de los números de este mismo periodo del año anterior, en torno a un cincuenta por ciento menos de facturación”.

Diego Ochoa recuerda que todavía hay mucho camino que recorrer. “Ya se empieza a ver algo de alegría en las terrazas y las calles, y eso nos da cierta sensación de optimismo”. Aun con todo, advierte de que “no hay que olvidarse de que los negocios locales, ahora más que nunca, necesitan la ayuda de la sociedad y, sobre todo, de las autoridades y administraciones”.

“Necesitamos un plan concreto. Esto no es ‘hemos abierto y ya está todo solucionado’. No. Necesitamos reducciones en el IBI o un empujón para el pago de los alquileres, unas ayudas no reembolsables para compensar todo lo perdido hasta ahora. Y esto para todos los sectores”, añade Ochoa.

Los comerciantes de esta zona piden a los logroñeses que, dentro de sus posibilidades, sean conscientes de dónde dejan su dinero y que inviertan tanto en negocios riojanos como en productos de la región. “Si entre todos nos ayudamos y remamos en la misma dirección, saldremos adelante”.

Todavía hay mucho miedo

Ana Ruiz, de la tienda de lencería Desiré, confiesa que “las calles siguen vacías a nivel de compras”. El miedo sigue presente. “La gente no termina de confiar, pero los clientes tienen que ser conscientes de que el pequeño comercio, a nivel de limpieza y desinfección, está haciendo las cosas de manera impecable. Cuidamos personalmente al cliente y el género”.

Ruiz recuerda que Logroño es de las pocas ciudades de España donde se sigue manteniendo una gran cantidad de comercios locales y, por suerte, de muy buena calidad. “Es cierto que, poco a poco, la gente se va dando cuenta de todo lo que el comercio local puede ofrecer y parece que empiezan a confiar más en nosotros”.

Knet y su propuesta para reflotar las Cien Tiendas

El operador de telecomunicaciones riojano KNET quiere apoyar la situación del comercio local. Por ello, ha puesto en marcha una iniciativa en la que, hasta el 20 de junio, todo aquel que contrate la fibra en Knet, entrará en el sorteo de veinte bonos de 50 euros para gastar en el comercio de la zona.

Su directora de marketing, Daisy Chong, señala que su empresa quiere dar un impulso al arranque de la reapertura de las Cien Tiendas. “Formamos parte de estas calles de Logroño y queremos transmitir optimismo y seguridad a la hora de proteger a los clientes, pero también la necesidad de vender de las tiendas”.

Chong rememora que desde que Diego Ochoa está a la cabeza de la asociación se han llevado a cabo varias actividades para unir fuerzas y poner en marcha un plan de cambio para la zona, “algo que se ha notado”. “Los comerciantes tienen muchas ganas y se ha creado un ambiente de solidaridad en el que somos conscientes de que todos estamos en el mismo barco y tenemos que remar en la misma dirección”, concluye.

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