El sector de Enseñanza de FeSP UGT La Rioja ha hecho públicos los resultados de la encuesta que ha realizado sobre condiciones de trabajo durante la crisis sanitaria COVID-19. La encuesta se puso en marcha el pasado 8 de mayo, ha estado abierta durante cinco días y en ella han participado 1.034 profesores y profesoras de toda la región. Los datos recogidos muestran las condiciones de trabajo de los docentes durante el estado de alarma: estrés, sobrecarga horaria y problemas de conciliación.
Respecto a la metodología de enseñanza-aprendizaje, el 71 por ciento de los docentes riojanos prefiere impartir su asignatura de manera presencial, aunque casi un 68 % reconoce haberse adaptado bien o muy bien a la metodología online. De hecho, como aspectos positivos, el profesorado destaca que esta metodología supone una actualización profesional (51,6 %), una mayor flexibilidad (47,6 %) y un descenso en las conductas disruptivas del alumnado (37,8 %).
Otros elementos positivos valorados por el profesorado son la utilización de recursos motivadores y activos (31,9 %) y la posibilidad de que la enseñanza sea más personalizada (23,5 %).
No obstante, UGT afirma que los docentes consideran que los aspectos negativos de esta metodología superan a los positivos por la falta de contacto directo y socialización (84 %), el aumento de las desigualdades entre alumnos (83,2 %) y las dificultades para realizar un seguimiento del aprendizaje (62,8 %), especialmente en el caso de los alumnos con necesidades educativas (52,8 %).
Respecto a las condiciones de trabajo, el 91,2 % del profesorado afirma que, desde que se produjo el cierre de los centros educativos el pasado 11 de marzo, ha ampliado de manera importante su jornada laboral con una dedicación extra que, en la mayor parte de los casos, excede las dos horas diarias.
Como consecuencia de ello, los docentes señalan el estrés y la sobrecarga de trabajo (77,4 %) y los problemas de conciliación familiar (48 %) como las principales dificultades con las que se han encontrado estas semanas. Además, los profesionales defienden la necesidad de tener una mayor formación en nuevas tecnologías (45,2 %) y alertan de que han tenido que superar incidencias de conectividad o de acceso a medios digitales propios (33,3 %).
El sindicato denuncia que el profesorado ha estado poniendo a disposición, durante el estado de alarma, tanto teléfonos como ordenadores personales.
Respecto a los problemas que los docentes se han encontrado en relación con familias y alumnos destacan la escasez de medios digitales en los hogares (62,6 %) y de formación en el uso de herramientas educativas (64,6 %) así como, de manera menos importante, la falta de interés del alumnado (48,5 %) y la poca colaboración de las familias en el seguimiento de las actividades (31,4%).
Por último, más del 82 por ciento del profesorado rechaza, dadas las circunstancias actuales, una vuelta a las aulas antes del mes de septiembre y un 15,7 por ciento solo la apoyaría en el caso de que se garantizaran todas las medidas de seguridad sanitarias.
“Riesgo innecesario”
En la misma línea se ha expresado el sindicato STAR, que señala “las fases de desescalada marcadas por el Gobierno no se tienen que llevar a cabo en nuestra comunidad sin respetar el principio básico de cuidado de las personas, prevaleciendo la salud sobre cualquier otra cuestión”.
“Valorando la imposibilidad manifiesta de llevar a cabo cada una de las acciones anteriormente mencionadas, consideramos inviable la incorporación del personal docente y no docente a los centros educativos y escuelas infantiles, por no hablar ya de una posible vuelta del alumnado en Fase II”, señala el sindicato, que considera que “es innecesario correr este riesgo, por falta de criterios, así como por la gravedad y carácter incontrolable de la situación”.
Por ello, STAR plantea continuar con el teletrabajo durante todo este curso escolar e ir trabajando en todas estas cuestiones de cara al próximo curso.
