En estos difíciles días de crisis sanitaria mundial, algunos, además, nos hemos visto envueltos en situaciones familiares más difíciles, si cabe. Entre infectados, tristemente fallecidos y enfermos del COVID-19, la vida sigue su curso y hay otros enfermos que necesitan atención médica.
Desgraciadamente, a mi familia le ha tocado. Durante un agotador mes hemos estado haciendo guardias de 24 horas con nuestro padre, ayudándole en lo que podíamos y apoyando a los sanitarios que le atendían. Profesionales que en ningún momento, a pesar del estrés de la situación, dejaron de atenderle con una sonrisa y muchísimo cariño y paciencia. Médicos, ATS, celadores, limpiadores…, todos han cuidado con dedicación y profesionalidad de mi padre, llevando el estrés y la preocupación por dentro. Incluso, nos han cuidado a nosotros, su familia, cuando decaíamos en el empeño. Todos merecen nuestro agradecimiento. Lo hubieran merecido siempre, pero hoy más que nunca. Ojalá esto que estamos viviendo sirva para dar a cada uno su sitio.
Por nuestra parte, solo podemos dar mil y una gracias al equipo completo de la tercera planta de Cardiología del Hospital San Pedro por su profesionalidad, su humanidad y cariño con los que siguen cuidando de sus enfermos, a pesar de las circunstancias tan adversas en las que se encuentran.
En estos momentos en los que la vida nos da una lección de humildad, aprovechemos para aprender qué debemos valorar, a quién debemos ofrecer los laureles y por qué debemos apostar.
A todos los profesionales de ‘Cardio’, por favor, no olvidéis nunca el poema de Benedetti ‘No te rindas‘. Siempre agradecidos.
*Puedes enviar tu ‘Carta al director’ a través del correo electrónico o al WhatsApp 602262881.
