Agricultura

Los sindicatos piden test rápidos para los temporeros en labores agrarias

El Ministerio de Agricultura ha aprobado este martes en el Consejo de Ministros un Real Decreto a través del cual se pretende paliar la falta de mano de obra en el campo que desde hace semanas viene demandando el sector agrícola a causa de la epidemia del coronavirus.

Entre las medidas adoptadas se encuentra la flexibilización en la contratación de personas paradas e inmigrantes para trabajar en las labores agrarias del mismo término municipal o colindantes, siendo estas retribuciones compatibles con la prestación por desempleo, el subsidio agrario o la renta agraria. Una medida “excepcional”, según el ministro Luis Planas, que estará vigente hasta el 30 de junio pero a la que no se podrán acoger las personas afectadas por un ERTE.

La mayor carencia de personal en La Rioja se acentúa de cara a las labores que se van a desempeñar desde finales de abril y principios de mayo en los viñedos de la región. “La espergura y el desniete son tareas que suponen durante semanas un gran movimiento de trabajadores temporales en toda La Rioja, cerca de los 5.000, aproximadamente”, explica la secretara técnica de la UAGR-COAG, Leticia Olasolo. “Una situación bastante preocupante para los profesionales agrícolas”, considera el secretario general de ARAG-ASAJA, Igor Fonseca, “que requiere de la intervención de la Consejería de Agricultura”.

Ambas organizaciones agrarias consideran los contratos locales y de proximidad como la mejor opción para paliar la falta de trabajadores, pero no la única. “El libre tránsito de trabajadores extranjeros es también necesario porque estos suponen un importante porcentaje en la mano de obra contratada”, señala Olasolo. Por su parte, el secretario general de UPA, Tomás Latasa, incide en la protección sanitaria tanto del agricultor de la explotación como de los trabajadores siendo algo “prioritario” debido al riesgo sanitario actual: “Sería imprescindible la realización de test rápidos a todas las cuadrillas de trabajadores temporales que acudan a trabajar en esta situación con el fin de preservar su salud y evitar que se creen nuevos focos de contagio en las propias explotaciones”.

Aunque el ‘aclareo’ de la fruta y la recogida de las primeras cerezas para finales de mayo también se van a ver afectadas por dicha situación, el viñedo no deja de ser el cultivo que mayor mano de obra requiere en la región. Sin embargo, Fonseca es tajante al afirmar que la posibilidad de realizar contratos locales en el campo siempre ha estado ahí y “lo cierto es que pocas personas desempleadas han acudido en épocas de campaña a realizar las labores agrícolas”. “No todo el mundo está dispuesto a trabajar a la intemperie en tareas como la espergura, que requieren de cierta resistencia y forma físicas”, añade.

El tiempo apremia y, en función de las condiciones meteorológicas, se estima que en un par de semanas Rioja Baja podría comenzar de forma generalizada su campaña de la espergura. Un tiempo en el que las tres organizaciones agrarias coinciden que hay que trabajar “de forma coordinada y en red” con la Consejería de Agricultura para exponer medidas concretas sobre la mesa.

El producto local también se resiente

Al cierre del canal de restauración Horeca y su consecuente efecto en la comercialización de piezas de ovino, caprino y, aunque en menor medida, también vacuno, se suma el cierre de los mercados locales, principales medios de salida de los productos hortícolas de proximidad. “El mercado agroecológico, por ejemplo, que cada sábado se celebraba en Logroño, ha impactado en las producciones de hortalizas y verduras que iban muy enfocadas a este tipo de mercados y que tampoco tienen salida en el único canal abierto, los supermercados”, lamenta la secretaria técnica de la UAGR-COAG.

Para fomentar ese consumo local, desde la organización aseguran que han emitido una petición al Ejecutivo regional para que se apueste por estos productos de proximidad en toda la compra pública de alimentos destinados a hospitales y residencias de personas mayores. “También sería una buena opción, al igual que han hecho en otras comunidades como Cataluña y Navarra, el reabrir mercados locales para asegurar la venta a todos esos productores que se dedican a la venta directa y no pueden comercializar ahora su género, cumpliendo con los protocolos sanitarios de seguridad implantados”, añade Olasolo.

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