Crisis del Coronavirus

El Teléfono de la Esperanza, más activo que nunca: “Ahora es fundamental la salud psicoemocional”

El Teléfono de la Esperanza cumple estos días 49 años de vida desde su nacimiento en Sevilla en 1971. Un servicio que permite a muchas personas ser escuchadas y acompañadas en sus peores momentos gracias a un servicio totalmente anónimo. Y ahora, más que nunca, el servicio telefónico se ha puesto a disposición de la ciudadanía para abordar las situaciones de sufrimiento psíquico relacionadas con la situación de confinamiento, tras la declaración del estado de alarma.

“Durante las primeras semanas de esta nueva crisis notamos un descenso de las llamadas, que atribuimos a que la mayoría de las personas comenzamos a poner la atención en lo relacionado con la salud física y con los recursos básicos de alimentación, higiene, desinfección…, pero pasado este tiempo, hemos vuelto a notar un incremento significativo de llamadas, todas relacionadas con temas importantes siempre alrededor del Coronavirus. En este momento comienza a ser cada vez más importante la necesidad de atender la salud psicoemocional. Y es una necesidad de todos, infectados o no”, explica Magdalena Pérez, presidenta del Teléfono de la Esperanza en La Rioja.

A día de hoy, además de mantenerse las las 29 líneas de Teléfonos provinciales, 24 horas del día, “hemos creado un nuevo servicio telefónico gratuito de asesoramiento e intervención profesional (prestado por psicólogos sanitarios, psiquiatras y médicos), para abordar las situaciones de sufrimiento psíquico relacionadas con la situación de confinamiento”. Una nueva intervención que se articula a través de la página www.compartevida.es, donde se puede solicitar la intervención y “nos pondremos en contacto con la persona que así lo requiera”.

La mayor parte de las llamadas recibidas durante los últimos días son de personas que manifiestan niveles altos de angustia y ansiedad, miedos intensos y, en alguna ocasión, personas con ataques de pánico. La impotencia y la tristeza profunda también están presentes. “Todo por el miedo a lo desconocido, a no saber cómo actuar en estas circunstancias, cuánto va a durar, miedo al contagio y al de mis seres queridos, a que muera una persona querida, a lo que pueda suceder con el trabajo y la economía…”

Magdalena señala que están escuchando a personas que se encuentran con su soledad, con miedo a no poder soportar el aislamiento mucho tiempo, y a personas que están obligadas a estar encerradas con personas con las que tienen dificultades de comunicación y que sufren mucho. Además, “personas que se sienten más abandonadas en sus patologías cotidianas por el sistema sanitario o a personas que han sido capaces de controlar adicciones y ahora temen volver a recaer porque no se ven capaces de gestionar la ansiedad”. Tampoco faltan las llamadas de auxilio de personal sanitario, personas que se sienten desbordadas y exhaustas.

Magdalena destaca que su labor pasa por ayudar a la persona necesitada a identificar y activar diferentes factores de protección que le pueden ayudar a sobrellevar lo que le está ocurriendo, cuidando su salud física y, sobre todo, su salud emocional.

Pero, ante todo, la presidenta del Teléfono de la Esperanza riojano defiende la importancia de “compartir con las personas que te rodean cómo te sientes, escuchando y aceptando cómo se sienten los demás. Poner en palabras, hablar de tus emociones, te ayuda a comprenderte, a entender por qué haces lo que haces, facilita que puedas ofrecer ayuda y que puedas recibirla tú y las personas de tu entorno”.

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