Educación

Educación deja en manos de los centros la evaluación del tercer trimestre

Desde que el pasado 11 de marzo se cerraran a cal y canto las aulas para contener la expansión del coronavirus, una inquietud planea sobre la mente de los profesores y los padres de los alumnos: cómo se evaluará su rendimiento académico, toda vez que el estado de alarma se ha prolongado como mínimo hasta el próximo 11 de abril.

Han sido muchos los escenarios planteados al respecto. Incluso se deslizó la posibilidad de cerrar de forma anticipada el curso lectivo 2019-2020, hecho que este jueves el consejero del ramo ha descartado en rotundo para los estudiantes riojanos. La decisión ya está tomada, tras la conferencia sectorial celebrada ayer, en la que participaron los responsables del Ministerio y las Comunidades Autónomas: serán los propios centros los encargados de evaluar el rendimiento de los alumnos en el curso más anómalo de la historia reciente de nuestro país.

Así lo ha indicado Luis Cacho, que ha elevado un mensaje de tranquilidad a las familias “porque la Administración, en todos sus niveles, es plenamente consciente de la profunda afectación al proceso educativo en este periodo”. El consejero riojano ha detallado que cada centro educativo recibirá las pertinentes instrucciones “para que adapten sus programaciones, consideren la posible reducción de aquellos contenidos que puedan ser prescindibles en estos momentos y adapten sus métodos y criterios de evaluación para que, analizando el propio resultado del esfuerzo y el rendimiento del aprendizaje del alumno, podamos excluir situaciones propias de la situación”.

“Ningún alumno se va a ver afectado artificialmente por las circunstancias. Deben poner su mejor empeño, deben cuidar el clima y los hábitos de trabajo, además de estar atentos a las tareas marcadas por sus tutores”, ha recalcado Cacho.

“No estamos de vacaciones”

El consejero de Educación ha incidido en que el cierre de las aulas no debe suponer un alto en el aprendizaje de los alumnos: “No estamos de vacaciones y hay que mantener en lo posible la formación a distancia, que supone una transformación radical de todos los principios organizativos y pedagógicos”.

A este respecto, el Gobierno se pondrá este mismo jueves en contacto con los directores de los colegios e institutos para implementar el denominado Plan de Continuidad Educativa a Distancia, que se fundamenta en tres grupos de decisiones que “deben tomar los propios centros desde el amplio margen de libertad de que disponen”.

El Plan invita a los directores a redefinir la organización del centro ante el panorama actual, acordando “cómo se van a coordinar de forma telemática y si es necesario revisar el horario operativo de colegios e institutos”. El segundo bloque alude a las cuestiones pedagógicas que garanticen la tutorización de los alumnos con criterio inclusivo, “estableciendo tutorías grupales mediante videoconferencia e individuales, mucho más intensivas y exhaustivas para humanizar el proceso ante los estudiantes”. Por último, los centros deberán trasladar a la Consejería el inventario de dispositivos con los que cuenta para organizar la enseñanza de forma telemática.

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