Crisis del Coronavirus

Los robots, la solución de las cadenas de distribución para las crisis

Las grandes cadenas de distribución se han tenido que armar de paciencia durante las últimas semanas para abastecer las previsiones de ventas multiplicadas. Esas furgonetas y repartidores a domicilio que circulan casi en soledad por las calles de las ciudades están cada vez más solicitados y, por tanto, más saturados. Ante esta situación, los expertos ya vaticinan cuál será el futuro de las grandes cadenas de distribución.

“La tecnología crece a pasos agigantados y la robótica es un frente del que no podemos quitar la vista. Aunque lo que realmente falta es regulación, una legislación que favorezca que investigadores y desarrolladores del producto se lancen a crear más algoritmos, porque a tecnología va por delaten de la gente que hace las normas”, apunta la directora del Máster en Inteligencia Artificial de la UNIR, Claudia Villalonga.

Esta experta considera que “en cinco años se podrán ver robots llevando alimentos o medicamentos a los hogares, algo muy beneficiosos para las empresas de distribución por la reducción de costes que supondrá”. Eso sí, Villalonga incide en la importancia de estudiar los dilemas éticos que puede genera el uso de esta tecnología que “todavía sigue generando miedo entre la sociedad”. Algunas conocidas marcas como Amazon y Just Eat ya han hecho sus primeros ensayos prácticos para demostrar las facilidades que ofrece, mientras que “en España la robótica se aplica principalmente al sector de la automoción”, señala la directora.

Claudia Villalonga.

Por el momento, habrá que esperar a ver coches autónomos y seguros que circulen por las vías. “Ese momento llegará, pero se necesitan procesos de homologación que hagan de estos robots elementos más seguros que los propios humanos. Para eso hay que simular situaciones graves donde, a través de sistemas sensoriales, un software más robusto y más algoritmos, las máquinas sepan cómo reaccionar ante imprevistos como, por ejemplo, un accidente en la carretera”, tal como señala el doctor en Robótica y docente en la UNIR, Salvador Cobos.

Para aplicar la tecnología 4.0 a los repartos a domicilio, “hay que cambiar la percepción de la propia empresa”, recalca el doctor. Es decir, estas tienen un buen nivel logístico y unos niveles altos de digitalización, pero “les falta un sistema inteligente y en el sector de los alimentos es donde más cuesta. Haría falta una mayor flexibilización por parte de la empresa hacia el usuario, que se ofrezcan más opciones para elegir el producto a gusto del consumidor, no uno estándar que imponga la empresa”.

Cobos destaca que “es en aquellos sectores donde se pueden cambiar las formas donde las empresas alimentarias son más punteras en cuanto a tecnología 4.0”. Pero para que eso suceda lo imprescindible es que “el cliente forme parte de la cadena de producción, que compre no lo que venda la empresa sino que él decida lo que quiere y la empresa sea capaz de generar ese producto a través de un sistema automatizado”.

Salvador Cobos.

El avance en materia de robótica no se percibirá, sin embargo, sin la inversión que cada país está dispuesto a hacer. “En materia de digitalización vamos muy retrasados, aunque sí que es cierto que La Rioja, en cuestiones de tecnología 4.0 está investigando bastante en todo lo que al sector agrícola se refiere. De hecho, España es de los primeros países donde se está desarrollando esta industria”, añade el doctor.

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