Soy una mamá logroñesa que, como muchos de vosotros, pasamos la cuarentena rodeados de nuestros hijos y maridos en nuestras casas. Durante estos días mi mente no para de preguntarse por qué hemos llegado a esta situación y si el universo, de alguna manera, nos quiere enviar algún mensaje en forma de reflexión.
Estos días estamos bombardeados de noticias en la televisión, en los móviles, en las redes sociales… pero quiero resaltar la parte positiva de todo esto: la solidaridad. Vemos cómo sanitarios, policías, trabajadores de los supermercados y un sinfín de personas se están dejando la piel por todos nosotros dando lugar a la gratitud de muchos riojanos.
Y con todo esto yo quiero pensar que este virus encierra un mensaje oculto. En un mundo donde siempre estamos de un lado para otro, donde la prisa y la presión son una constante, donde las empresas estamos sumidas en una fuerte competitividad, resulta curioso que el universo quiere hacernos parar. Parar para no ir corriendo a los trabajos, parar para estar más tiempo en familia. Parar para no ir corriendo al gimnasio, parar para salir a comprar lo justo y necesario y, sobre todo, parar para pensar lo mucho de menos que echamos esos besos y abrazos de nuestros padres, hermanos y amigos.
Quizás este Covid-19 haya querido llegar para desempolvar palabras que estaban un poco olvidadas: solidaridad, gratitud, amor… Quizás esté Covid-19 nos está enviando a todos un mensaje en forma de reflexión.
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