Soy un trabajador de La Rioja que el lunes ya no tuvo que acudir a su centro de trabajo, cerrado temporalmente por el famoso coronavirus. Situación que conlleva un perjuicio económico, aunque en este caso es entendible y necesario. Lo primero es la salud y luego todo lo demás.
Pero, ¿cuándo vamos a tomarnos esto en serio? ¿Cuando ya sea demasiado tarde? ¿Cuando nuestros mayores, y no tan mayores, empiecen a caer como moscas? ¿Cuándo?
Hay muchas medidas que no se están cumpliendo para poder ganar esta batalla al coronavirus, pero si una de las premisas más importantes es el confinamiento; el salir lo menos posible a la calle; y el evitar el contacto con otra gente, ¿por qué muchas de las empresas de La Rioja y alrededores siguen abiertas, con los problemas de transmisión que ello puede acarrear? Desplazamientos, en vehículos y a pie; contacto continuo con otros trabajadores, etc… .
Estoy hablando de empresas que no fabrican productos básicos y necesarios en estos momentos para la población. ¿De qué vale que muchas personas cumplan a rajatabla el protocolo establecido, cuando otras muchas se están poniendo en riesgo, y por tanto también a los demás?
Convendría analizar el tema industrial y tomar una decisión coherente y rotunda: ¿el trabajo es necesario? Sí, pero para ganarte la vida, no para jugártela y poner en peligro a los demás, como valientemente están haciendo nuestros sanitarios, fuerzas del orden, farmacéuticos, trabajadores del sector de la alimentación…
¿Para cuándo el cierre total de todas estas fábricas que estando en un régimen de estado de alarma y con todo lo que ello conlleva, siguen abiertas innecesariamente y con las consecuencias fatales que ello puede acarrear?
*Puedes enviar tu ‘Carta al director’ a través del correo electrónico o al WhatsApp 602262881.
