Crisis del Coronavirus

Los pequeños comercios de alimentación en tiempos de coronavirus: “Resistiremos”

El estado de alarma decretado este fin de semana por el presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, no solo limita la circulación de personas, sino que también restringe parte de la actividad económica del país. De esta forma, buena parte del comercio minorista ha quedado también suspendido. “Solo aquellos comercios cuya actividad sea considerada de primera necesidad podrán permanecer abiertos”, explicó Sánchez.

En esta crisis provocada por el coronavirus, el pequeño comercio de alimentación sigue al pie del cañón, aunque no se sabe por cuánto tiempo. Si la realidad de estos establecimientos ya empezaba a ser difícil, no vienen buenos tiempos.

“De momento, por las mañanas, vamos aguantando. La cosa se va salvando gracias a esas compras pero por la tarde ya casi no viene gente, por lo que me estoy planteando abrir solo de mañana”, cuenta resignado Avelino, propietario del pequeño establecimiento ‘La Huerta’.

El dueño de la tienda reconoce que lo que más se está vendiendo son las legumbres y los botes de conserva, además de frutas y verduras. “Esta mañana ya faltaban botes en el almacén y he oído rumores de que algunas empresas empiezan a cerrar parte de la distribución. ¿Cómo terminaremos?, no lo sé”.

Está claro que la situación no está siendo fácil para nadie, pero “intentamos llevarla lo mejor posible. La gente se está concienciando del estado de alarma y nosotros seguimos con nuestros protocolos de limpieza y desinfección”, indica Pilar, de la carnicería Rossana.

Este establecimiento ha decidido abrir únicamente en horario de mañana, de 9 a 15 horas para cubrir las necesidades primarias de la población. “Las ventas han bajado, hay menos gente aunque compre más, pero cuando antes hablábamos de cien personas diarias en la entrada y salida en tienda, ahora estaremos en unas 25 o 30”.

Hasta el momento, el suministro de carne no sufre ningún problema, pero “sí que es verdad que la llegada de mercancías se está a retrasando bastante. Lo que antes venía a las diez de la mañana ahora entra a las siete de la tarde”.

La comida precocinada en tiempos de coronavirus

Pilar también es propietaria de la tienda de comida para llevar ‘CookinShop’, en la que se ofrece un servicio variado de platos preparados para llevar o saborear en el propio local. “Las ventas están siendo muy bajas, aunque vamos librando gastos”.

Por el momento el establecimiento sigue abierto, aunque “en situación normal la cocina trabaja siete horas y ahora solo dos. Además, para no hacer despidos ni gastar los empleados sus vacaciones, estamos aprovechando para limpiar y organizar todo el local”.

En esto días la parte del comedor está cerrada, y hasta aquí “solo llegan personas que no saben cocinar o sanitarios que no disponen de tiempo para cocinar por sus interminables jornadas. Ahora mismo ese está siendo nuestro público”.

El futuro es incierto, pero Pilar sabe que no son tiempos fáciles y agradece a su clientela “la confianza que han depositado en nosotros desde el minuto cero y el esfuerzo que están haciendo para que esto acabe lo más pronto posible”.

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