Crisis del Coronavirus

El paciente que ha superado el coronavirus: “Es la responsabilidad de todos”

Óscar es el primer paciente riojano que ha superado el coronavirus

La Rioja ya tiene a su primer paciente dado de alta tras sufrir el ‘temido’ coronavirus. Se llama Óscar, vive en Logroño y es médico en el Hospital de Txagorritxu (Vitoria). Él fue la primera persona que contrajo la enfermedad en la región, aunque se contagiara en la capital alavesa ejerciendo como sanitario. Allí se detectó el caso: “Se diagnosticó a una compañera y a todos nos preguntaron si teníamos algún síntoma”. Dio positivo.

Óscar ha contado en la Cadena SER cómo ha vivido los últimos días. “Hay una serie de síntomas que no se cumplen en todos los casos”, ha reconocido sobre su caso. Tenía mocos y algo de febrícula (37,3 grados). No llegó a estar ingresado: “Se me tomó la prueba en el domicilio, se confirmó y comenzó el aislamiento. Once días en casa, en una habitación de once metros cuadrados y sin tener contacto con nadie”.

En su casa estaban su mujer y su hija de tres años, pero él tenía que permanecer encerrado en la habitación. Las pruebas de ambas resultaron negativas, por lo que Óscar continuó como único paciente. “No disponía de baño propio y para salir lo hacía con guantes, bata y mascarilla”, ha confesado, señalando que para comer le daban unos golpes en la puerta y le dejaban la bandeja para que la pudiera coger.

“Como estos días tenía en la habitación toda mi ropa, no la he tenido que lavar hasta ahora, que lo he hecho yo mismo”, ha contado, evitando siempre el mayor contacto con la gente de su entorno. “Lo haces por ellos para que no estén expuestos a ningún tipo de riesgo”, ha añadido, poniendo el acento en el trato humano como lo más duro del aislamiento: “Hay momentos en los que se te cae el alma. Es duro estar aislado, pero más la falta de contacto físico. No poder dar un besito a tu hija, la caricia de buenas noches… es lo realmente duro”.

El paciente ‘uno’ de La Rioja también ha indicado que ha intentado tener la mente siempre ocupada con cursos y trabajo atrasado: “Como estaba bien y sólo había notado el cuadro de dolores musculares, febrícula y moquitera, estaba tranquilo. La preocupación era por el entorno para que no hayas contagiado a nadie”. El miedo también era por sus pacientes: “Son frágiles”.

Tras tomar contacto con la calle, Óscar ya ha podido besar a su hija de tres años y plantea volver el lunes a su puesto de trabajo en el centro sanitario de Vitoria: “Hay que vivirlo como una experiencia. La responsabilidad de uno es la responsabilidad de todos”.

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