Crisis del Coronavirus

Día 0: el virus de WhatsApp lo infectó todo

Diario de un profe “en cuarentena”

Martes 10 de marzo, segundo recreo: “Profe, profe, ¿es verdad? ¡Me acaba de escribir mi madre!”. Insistente, el mismo alumno, con ojos cada vez más brillantes: “Profe, profe, ¿es oficial ya?”. Sin dejar de pegar patadas al balón mientras escondía el dispositivo móvil, si no fueron diez veces las que me preguntó no fue ninguna. A mí y a los otros ocho compañeros que rondábamos el recreo. Efectivamente, el de 3º de la ESO tenía razón: en ese momento, ¡el virus del WhatsApp ya había contagiado todo el patio!

A pesar de evitar el tema, el ir y venir acelerado de los docentes nos delató. “A las dos de la tarde os informará vuestro tutor”. No hizo falta más. Primeros síntomas: jolgorio. “¡Dos semanas de fiestaaa!, oe oe oeeee”. Chillos de alegría, bailes… hasta que, zas, el sonido rutinario y puntual de la sirena reivindicó su autoridad entre tanto alboroto.

Sociales y Lengua. Quedaban dos horas… insufribles. Tras adelantarles ligeramente la noticia, los de 2º aún aprovecharon algo sus últimos minutos en el centro antes del parón (paradojas del currículum: el fin de la Edad Media, la peste negra…). ¿Quince días? No se lo creían. Con 3º no fue posible. El tutor solo ante los miuras: en sus manos, una escueta nota de prensa recién impresa. Nada oficial y cientos de dudas en sus labios. Dudas, nervios, a la vez que risas, risas que escondían miedos. Cada alumno es diferente y, en esas circunstancias, todos nos sentimos solos, con aprensión a lo desconocido.

¿Se puede comunicar peor desde Educación? ¿Se puede elegir de forma menos acertada la vía y el momento? ¿No existe la más mínima cortesía con los centros y sus profesionales? ¿Ni siquiera una simple nota oficial? Estas y mil preguntas hicieron que la sala de profesores estallara cual brote de cólera y enfado. No sé si me sentí peor por la gozosa reacción de mis pupilos ante una noticia tan seria o por la desmedida e infantil respuesta de mis colegas.

“Nadie sabe ya lo que se sabe, aunque sepamos todos que de todo hay quien sepa”. Antonio Machado.

PD: Tiempo tendremos a lo largo de esta cuarentena de ir aclarando dudas y poniendo negro sobre blanco, a modo de diario, desde el interior de esta desolada aula desde la que escribo.

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