Por fin ha llegado. El 8 de marzo ha vuelto a inundar las calles de Logroño con mujeres y hombres que luchan por un mismo fin: la igualdad. Una igualdad real y práctica en todos los ámbitos de la vida y sociedad.
A la cabeza del movimiento, la Coordinadora 8-M 2020, cuya portavoz, María Pérez Fajardo, capitanea un movimiento que pretende apuntalar “los pocos avances que ya se han conseguido, a la vez que se lucha con fuerza contra todos aquellos que nos quieren mandar de vuelta a casa”.
El objetivo principal es mantenerse vivas en la lucha “porque vienen nuevas formas de violencia contra la mujer a las que hay que plantarles cara, como las violaciones en grupo que se graban y se difunden”.
Bajo el lema ‘Luchando molestamos; sólo muertas importamos’, miles de mujeres de todas las edades se han reunido este sábado en una manifestación “dividida” en bloques. “Hubiéramos deseado la unión entre todas, y es por lo que trabajamos, pero como en cualquier ámbito de la vida, hay diferencias que no han impedido que hoy confluyamos en el mismo sitio y vayamos en la misma marcha, aunque tengamos distintas maneras de ver las cosas”.
Distintos bloques pero un pensamiento y propósito común: luchar por la seguridad de las mujeres. “Sigue habiendo asesinatos por violencia machista, y violaciones, y mujeres migrantes que sufren doble discriminación. En el siglo XXI seguimos hablando de mujeres esclavas, no solo sexuales, sino también temporeras. En definitiva, las mismas reivindicaciones de siempre con estilos nuevos de explotación hacia la mujer”.
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