El Rioja

Bodegas Familiares sigue creciendo y suma cuatro nuevos asociados

La asamblea de Bodegas Familiares de Rioja aprobó la semana pasada la incorporación de cuatro nuevos miembros a la asociación que defiende el interés de la pequeña y mediana bodega en la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja: Bodegas Quiroga de Pablo (Azofra), Pago de Larrea (Elciego), Heredad Martínez Castillo (Cuzcurrita) y Cor de Mei (Gimileo).

Las cuatro nuevos asociados comparten con el resto de integrantes sus principios básicos fundacionales, como son el interés principal de negocio en la DOC Rioja, la posesión de viñedo en propiedad y una limitada dimensión que encaja dentro de la tipología de pequeña y mediana bodega.

Bodegas Quiroga de Pablo (Azofra) es una casa familiar con una tradición de varias generaciones dedicadas al cultivo de la vid y a elaboración de calidad con uva procedente de sus propios viñedos. Tres jóvenes hermanos, la sexta generación, están ya al frente de la bodega y de los viñedos.

Pago de Larrea (Elciego) es el proyecto bodeguero de la familia Larrea que, tras una amplia experiencia en el sector, puso en marcha en el año 2003 en torno al pago de La Romañíguez, una preciosa finca de viñedo que rodea la propia bodega y con la que elabora los vinos Caecus.

Heredad Hermanos Castillo (Cuzcurrita) es una pequeña bodega fundada por una familia de viticultores en el año 2002. Rodeada de sus propios viñedos, los hermanos Castillo seleccionan sus mejores uvas para la elaboración de vinos de calidad.

Cor de Mei (Gimileo), Corazón del Vino, es un pequeño y nuevo proyecto muy personal de la cuarta generación de una familia de viticultores con viejos viñedos en los municipios de Briones y en Ábalos y que incluye la rehabilitación de un precioso calado en el centro histórico de la localidad.

Bodegas Familiares de Rioja ha afirmado que seguirá defendiendo en el Consejo Regulador y en el resto de instituciones “la mejora de la calidad de los vinos de Rioja y la diferenciación de producciones”. Entre otros servicios, prestan los de asesoría vitivinícola, fiscal, jurídica y urbanística o cursos formativos, además de organizar acciones promocionales en ferias y eventos propios bajo la marca común.

Las Bodegas Familiares fueron artífices de la reducción de 500 a 50 barricas para poder acceder a la condición de ‘criador’ de vinos, impulsaron los nuevos vinos de ‘Viñedos Singulares’ y, recientemente, han conseguido abrir las acciones promocionales del Consejo Regulador a las pequeñas bodegas sin importadores.

Una veintena de viticultores y pequeñas bodegas de Rioja constituyeron en el año 1991 la asociación para defender los intereses del modelo de negocio familiar. Las Bodegas Familiares fueron clave en aquellos años para ocupar un espacio ante los grandes e históricos operadores del sector que les llevó al Consejo Regulador y al resto de instituciones. En la actualidad, cuenta con cincuenta y cinco asociados.

Subir