Agricultura

César Moreno: “El espíritu reivindicativo ya no abunda en los agricultores”

César Moreno: “El espíritu reivindicativo ya no abunda en los agricultores”

Tractoradas de 1977 en La Rioja | Fotos: Archivo UAGR

La noche del 20 de febrero de 1977 el campo riojano alzó la voz por primera vez después de cuatro décadas de dictadura y silencio. De pueblo en pueblo los tractores se fueron uniendo hasta colapsar las carreteras de toda la región. “Cuando vi en Cirueña una fila enorme de ‘farolas’ me emocioné, y todavía lo hago al recordar cómo nos unimos todos los agricultores para hacer de ese momento uno histórico para el sector, donde se defendió con ilusión y fuerza el valor de nuestra tierra”, describe César Moreno, agricultor ya jubilado de Villar de Torre.

Con solo 22 años vivió esa primera movilización como un hecho “impresionante” donde más de 5.000 tractores salieron a la calle proclamándose como los primeros agricultores de todo el país que se atrevieron a pelear contra la crisis del sector agrario, lucha a la que se fueron uniendo poco a poco el resto de comunidades. “Fuimos los pioneros, nuestro espíritu reivindicativo sorprendió a todos porque hasta entonces solo se manifestaban los obreros”, señala al tiempo que destaca la figura de Antonio Ortiz como “el maestro” que les “abrió los ojos” y “levantó al campo español”.

Unas tractoradas que “solo” aguantaron quince días, hasta el 5 de marzo, pero que fueron la causa de la creación de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y, posteriormente, de la Unión de Agricultores y Ganaderos de La Rioja (UAGR). Moreno recuerda así una anécdota: “La finca donde acampamos durante esas dos semanas había sido sembrada en la víspera del 20 de febrero y, cuando la abandonamos, la cebada ya se veía nacida. Una muestra de que nuestro parón en el campo no había afectado al curso de los cultivos y que nuestras reuniones habían merecido la pena”.

Aunque el sector agrario haya salido a la calle recientemente para criticar los bajos precios por los que se pagan los productos, Moreno apunta que “esa figura sindicalista de antes ya no abunda en los agricultores. Ahora son más profesionales y miran más por lo económico que por la reivindicación, y los sindicatos se han convertido en organizaciones agrarias que organizan al sector para que no se mueva”. Moreno achaca el problema también a la monopolización de los cultivos por grandes empresas que están haciendo que “los pequeños agricultores desaparezcan y, por tanto, no peleen tanto”.

César Moreno.

Villar de Torre, tierra tradicionalmente dedicada al cultivo de patata, o al menos antes. “Recientemente me han dicho que tres agricultores de la zona ya no van a sembrar más patata ni remolacha porque los costes de producción son muy altos y a la gente no le importa comprar patatas que vienen del extranjero. Antes, aprovechamos una de las tractoradas para luchar por hacernos tirar las patatas que habíamos sembrado y al final conseguimos que las subvencionaran”.

Critica, asimismo, que no se tome en valor a los productos del kilómetro cero, “los que son verdaderos de La Rioja”, y apunta así una experiencia que le ha llevado a presentar una denuncia ante Consumo: “En una de las estanterías de una cadena de supermercados se indicaba con una bandera de La Rioja a unas latas de espárragos ‘de aquí’, tal como indicaba el cartel. Sin embargo, las etiquetas que llevaban en el dorso decían lo contrario al indicar la procedencia de China. Una vergüenza porque se ríen de todo el mundo y a pesar de haber alertado al supermercado y a Consumo, las latas siguen en las estanterías”.

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