Educación

Volver a las aulas

Héctor Busto es profesor de Química Orgánica en la Universidad de La Rioja. Cualquiera podría pensar que es el típico científico al que no se le entiende ni una palabra cuando habla, pero la realidad es totalmente distinta. Esta semana comenzaba su asignatura en la Universidad de la Experiencia en Calahorra, un proyecto educativo que lleva años implantado y que tiene como objetivo promover la incorporación de los adultos a la vida universitaria. Sin exámenes, sin obligaciones, sólo por el hecho de disfrutar del conocimiento.

Son casi las seis de la tarde. En el aula 5 del IES Valle del Cidacos parece que no hay nadie. Todo está en silencio. Abrimos la puerta y vemos a más de una veintena de personas escuchando con atención. La mayoría son mujeres, pero también hay algunos hombres. Se pueden contar con una mano, aunque eso es lo de menos. Nos sentamos en el último pupitre, como el mal estudiante. La asignatura va sobre la ciencia en los medios de comunicación. Al menos de la mitad de lo que habla Héctor nos vamos a enterar.

Les está explicando que cada vez la ciencia es más interdisciplinar, que la buena investigación tiene que estar en la frontera del conocimiento. Hablan poco a poco de cómo va a ser la asignatura a lo largo de los próximos meses y pone como primera condición “disfrutar de las tardes de los lunes”. Su objetivo no es otro que que sus nuevos alumnos aprendan dónde se puede ‘consumir’ ciencia en un ámbito menos académico y que tengan una visión crítica sobre las noticias de ciencia para así poder distinguir la ciencia de la pseudociencia. En definitiva: saber pillar al vuelo las fakenews de la ciencia, que también las hay.

Héctor quiere engancharles aunque casi ni hace falta. Todos lo miran interesados. “¿Sabéis que ya ha aparecido gente que dice que puede curar el coronavirus con un derivado de la lejía?”, les cuenta. “Pues que se vayan poniendo a ello”, contesta una de sus alumnas casi sin tiempo a terminar la preguntan.

Suena un móvil. Ups… (no sólo nos pasa a los jóvenes). Alguno gira el cuello. Los demás siguen atentos las explicaciones de cómo va a enfocarse el cuatrimestre. Les explica el modo de calificación: siete punto por la asistencia y el resto entre un pequeño trabajo y la participación de los alumnos en redes sociales.

Después de explicar en qué van a dedicar las tardes de los lunes de los próximos meses comienza la primera clase. “¿Sabéis que es un brainstorming?”. Todos se miran sin saber muy bien qué decir. “¿Una tormenta de ideas?”. Sí, eso es otra cosa… Y empiezan a hablar de lugares en los que habitualmente se informan de ciencia. La tele, internet, revistas, suplementos, la prensa… poco a poco van saliendo todos. Bueno, se dejan la radio pero es que hay pocos programas de ciencia en las ondas.

Héctor les habla de los podcast. Ahí sí hay ciencia. Y les habla también del riojano Eduardo Sáenz de Cabezón y su ‘Orbita Laika’, ese maravilloso programa de La 2. Y de los canales de Youtube y de Twitter. Su posibilidad de recurrir a enlaces interesantes y de las publicaciones científicas, de que hay ciencia también en los monólogos, de la calagurritana Olga Martín y de ‘El cazador de cerebros’…

“La cuestión fundamental es tener referentes en determinados campos”. Esa es la lección del primer día. Paramos unos minutos de descanso. Aprovechamos para hacer fotos y para hablar de la Universidad de la Experiencia en general. Hay personas que escuchan la palabra universidad y se echan atrás por miedo.

“Que prueben”, nos dicen los alumnos. “Es una experiencia única”, dicen los que ya la han probado. “Aprendes muchas cosas y además haces relaciones personales muy interesantes”, nos cuentan. Una de las alumnas viene cada día desde Lodosa. “En Navarra sólo hay Universidad de la Experiencia en Pamplona y en Tudela, no sabéis lo afortunados que sois los riojanos”, nos dice.

Aprender ciencia con una metodología diferente, con una capacidad de explicarla que muchos quisieran. Una forma diferente de aprender cuando la edad no importa, cuando las ganas pueden con todo. La Universidad de la Experiencia; llena de mentes lúcidas a un lado y al otro del aula, una oportunidad única de volver a las aulas para los que las dejaron hace muchos años o para los que no tuvieron la oportunidad de pisarlas nunca. Un proyecto que abre mentes, que permite seguir creciendo como personas.

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