Deportes

Jesuitas, Paula Montalt, Salesianos… ¡de vuelta al patio del cole!

El pasado 20 de diciembre tuvo lugar la presentación del VII Circuito de Carreras de Logroño, que apuntaló las intenciones del Ayuntamiento de limitar las pruebas que obliguen a cortar el centro de la capital riojana. Ese repentino golpe de timón ha desconcertado a muchos corredores y organizadores, descendiendo en este 2020 el número de competiciones registradas a su mínimo histórico desde la puesta en marcha de este formato.

Sin embargo, en toda novedad hay agentes que saben generar valor añadido y adaptarse a los cambios. Entre ellos, varios colegios logroñeses. Con los ‘runners’ muy presentes en su comunidad educativa, estos centros han impulsado proyectos refrescantes para impulsar este deporte aportando cercanía y diferenciación. Si anteriormente las iniciativas de este tipo quedaban solapadas por las grandes competiciones urbanas, ahora van en auge y se han hecho un hueco entre las citas deportivas de la capital riojana.

Así lo entendieron en la ONG Jesuita Entreculturas. Javier Romero está encantado con la carrera que organizan: “Implicamos a la comunidad educativa y permitimos dar soporte a proyectos que la congregación de Jesuitas desarrolla en todo el mundo”. ‘Corre por una Causa’ es su lema, y en sincronía con otras 22 ciudades españolas, Entreculturas desarrolla carreras aptas para todos los públicos. El pasado 2 de febrero celebraron su IV Edición en el pulmón verde que representa el Parque de La Grajera, entorno con en el que Romero está encantado porque “allí no molestamos a nadie”.

“Hemos aumentado la participación en un 30% respecto al año anterior y cada año adaptamos mejoras. Por ejemplo, en esta ocasión, una bicicleta ha guiado a los primeros y últimos clasificados con el fin de que no se produzcan confusiones en el  recorrido”, explica. Romero cree que la sociedad valora su marcado carácter solidario: “A diferencia de otras organizaciones, que después de cubrir sus gastos quieren algún beneficio, en nuestro caso el 100% de la inscripción va destinada a estos proyectos solidarios. Todos nuestros costos son cubiertos por ‘sponsors’ y el desinteresado voluntariado de alumnos, padres y profesores del Sagrado Corazón.

Toda la comunidad educativa del Sagrado Corazón contribuyó el éxito de la Carrera Entreculturas. Fuente: Organización

Una alternativa más doméstica

Haciendo más hincapié en lo casero, está el proyecto deportivo del Salesianos, presidido por Estíbaliz Díaz y con la organización de una carrera con salida y llegada en el mismo patio del colegio. “Teníamos un equipo de fútbol con chavales a los que se les daba bien correr y pensamos en la organización de una carrera como fiesta de fin de curso, explica Javier Terroba, líder de la clasificación de veteranos en la Liga ‘Corremos La Rioja’ y uno de los responsables de que todo esté a punto. “Nuestra organización es totalmente ‘amateur’, pero intentamos ser una esponja cuando nuestros chavales toman parte en las grandes carreras nacionales”, especifica.

Montar las salidas, los avituallamientos, la señalización de los recorridos… y hacer una carrera abierta no solo a la gente del colegio sino a todos los corredores riojanos. “Es un orgullo que todos los años pese a ser una carrera modesta, corredores del más alto nivel regional nos eligen en su calendario y eso ayuda a darle visibilidad”, agradece Terroba. La cosa no queda ahí, ya que Salesianos volverá a organizar una prueba el próximo mes de junio. Gracias a todas las iniciativas, casi el cincuenta por ciento de los escolares del centro participan en alguna actividad deportiva, coordinados por Jorge Ruiz. Un espejo donde mirarse.

El Club Deportivo Salesianos convierte todos los años sus instalaciones en un entorno privilegiado para los corredores

Los corredores más autónomos

Organizar una carrera puede ser un aprendizaje para la vida misma y así lo entendió Alejandro Benito, profesor de Formación Profesional (Rama de Empresa en el Aula) del colegio Paula Montalt. Propuse a mis alumnos que instituyesen una carrera como parte práctica de su desempeño con el fin de que se pusieran en la piel de un emprendedor.

Inicialmente, la idea fue acogida con mucho entusiasmo y rápidamente bautizaron a la prueba ‘Running for África’, en honor a una ruta habitual de los corredores logroñeses con la forma de este continente. Sin embargo, pronto comenzaron a llegar los obstáculos y estos chavales comprobaron que las cosas no son tan sencillas como parece. Negociar permisos con la Policía Local, las Administraciones, obtener financiación de ‘sponsors’, captar la atención de potenciales participantes…

“Algunos estudiantes se frustraron con tantos obstáculos pero quedé muy satisfecho con la lección que sacaron de esto, ya que es con los que se van a encontrar en la vida real cuando terminen sus estudios, la jungla del emprendedor, con sus imprevistos diarios y su reacción a ellos”, valora Benito. Finalmente, consiguieron sacar la carrera adelante en una versión más reducida y con un recorrido desdibujado respecto a sus planes (solo diez de los diecisiete kilómetros previstos), pero creando un buen punto de partida que han recogido posteriores generaciones.

Este año han conseguido introducirla por primera vez en el Circuito de Carreras de Logroño. “Esto hará que tomen parte más corredores y de mayor nivel, cada año los que llegan van aportando algo nuevo y eso es gratificante”, explica con orgullo Alejandro que sueña con que un futuro todas las aspiraciones originales de ‘Running for África’ puedan verse realizadas.

Proyectos pequeños, con encanto y personalidad propia que cada vez atraen a un grueso mayor de corredores, que vuelven de esta forma a sus orígenes. Al patio del cole.

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