El proyecto de Ley de Medidas Fiscales del Gobierno de La Rioja para el año que viene refleja, a partir del 1 de enero de 2020, que el coeficiente de saneamiento y depuración de 0,50 se sustituye por el de 0,67 (un aumento del 34 por ciento). Una diferencia que supondrá un incremento medio de cuarenta euros anuales en la factura del consumo de agua en los hogares riojanos.
Aunque inicialmente el actual Plan Director preveía aumentar el canon de saneamiento del 0,50 al 0,83, el consejero de Sostenibilidad y Transición Ecológica, José Luis Rubio, apuntó en la sesión parlamentaria de este lunes que dicha subida es «excesiva», pero que debe existir un incremento para defender «la lucha contra el cambio climático y la defensa de un uso racional de los recursos finitos».
Con esta cuota tributaria del 0,67, el Ejecutivo presidido por Concha Andreu busca «garantizar la pervivencia del modelo regional de saneamiento y depuración» debido al alto coste de mantenimiento de la explotación y las instalaciones. Asimismo, la diputada Sara Orradre (PSOE) añadió que «el PP ya subió el canon de saneamiento más del cuarenta por ciento en los últimos años».
El repunte del 34 por ciento en el canon ha sido rechazado por Ciudadanos y el Partido Popular, desde donde el exconsejero de Hacienda Alfonso Domínguez ha asegurado que se trata de «un abuso de poder, una irresponsabilidad económica», aludiendo también al impacto que tendría «en las empresas que realizan un consumo intensivo de agua como las plantas de champiñón u otras industrias agroalimentarias».
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