La Rioja

Solo la mitad de los ‘maduritos’ riojanos consigue ahorrar a fin de mes

El 52 por ciento de los miembros de la generación del ‘baby boom’ de La Rioja (los nacidos entre 1957 y 1977) no creen que sus ingresos les permitirán vivir sin aprietos durante su vejez. Así se desprende de la VII Encuesta sobre el Ahorro de la Población Española elaborada por el Instituto BBVA de Pensiones-Mi Jubilación. Según este sondeo, tres de cada cuatro personas entrevistadas consideran que tiene sentido ahorrar para la jubilación.

En sus respuestas, reconocen mayoritariamente que la vida que han tenido hasta ahora ha sido mejor que la de sus padres: así lo piensa el 65 %, mientras que solo el 8 % cree que ha sido peor (el 21 % la considera más o menos igual). No obstante, el 17 % declara que le resulta difícil llegar a fin de mes, y el 34 % que llega justo. Sí manifiesta capacidad de ahorro un 48 %. De ellos, casi cinco de cada diez afirman ahorrar, como mínimo, 300 euros al mes. La media del ahorro mensual asciende a 417 euros (frente a la media nacional de 463 euros). Por otra parte, hasta un 75 % de los entrevistados consideran que tiene sentido ahorrar para la vejez.

Ante la pregunta de si creen que con sus ingresos vivirán sin aprietos durante su vejez, más de la mitad (52 %) contesta negativamente. Poco optimismo reflejan también las respuestas de los entrevistados a la pregunta sobre si podrían afrontar por su cuenta los gastos para su cuidado si durante algún periodo de la vejez no pudieran valerse por sí mismos: cuatro de cada diez dudan de ello (39 %), e incluso un 14 % da por seguro que no podrá.

La preferencia mayoritaria: jubilarse ‘del todo’ antes de los 65 años

La mayoría de los ‘baby boomers’ de La Rioja (59 %) se muestran muy o bastante de acuerdo con que cada persona pueda elegir libremente hasta cuándo trabaja, aun a costa de perder parte de su pensión, de jubilarse antes. Ahora bien, puestos a elegir, a la mayor parte de los entrevistados activos (94 %) les gustaría jubilarse a los 65 años o antes, y solo al 4 %, más allá de esa edad. La edad media deseada para la jubilación se sitúa en torno a los 62 años, en línea con la media nacional.

Sin embargo, la media de edad a la que los entrevistados activos creen que podrán jubilarse efectivamente es 65,9 años. La preferencia mayoritaria es, por tanto, jubilarse pronto, y ‘del todo’: un 84 % de los encuestados activos declaran que, llegado el momento, prefieren jubilarse totalmente, frente a un 16 % que preferiría seguir trabajando parcialmente, cobrando una parte del salario y una parte de la pensión.

Estas preferencias no van acompañadas de una gran confianza en la capacidad del sistema de la Seguridad Social de proveer pensiones suficientes (o adecuadas). De hecho, a la pregunta «¿Cree que cobrará una pensión desde que se jubile hasta el final de sus días?», un tercio de los entrevistados activos contestan negativamente. En cambio, el 59 % de los entrevistados activos sí confían en que cobrarán una pensión desde que se jubilen hasta el final de sus días. Y si bien el 81 % de todos los encuestados que confían en que el sistema de la Seguridad Social les ofrecerá pensiones vitalicias piensan que esas pensiones alcanzarán para cubrir gastos de alimentación y vivienda, muchos menos creen que les permitirán cubrir gastos de ocio (53 %), de cuidado personal doméstico (31 %) o de residencia en caso de necesidad (24 %).

Menos de un tercio conoce la cuantía de su pensión futura

El 59 % de los futuros ‘baby boomers’ pensionistas de La Rioja creen que su pensión será su único ingreso cuando se jubilen (frente al 64 % de la media nacional). No obstante, solo uno de cada cuatro tiene una idea aproximada de lo que cobrará de pensión cuando se jubile (27 %). De ellos, el 41 % se ha informado a través de consultas a la Seguridad Social y el 46 % ha empleado cálculos propios.

En cuanto a la cuantía de la pensión, una amplia mayoría del 61 % de los encuestados afirma que el total de la pensión que cobrarán a lo largo de su vida de jubilado será menor a todo lo cotizado durante su etapa laboral. Esta percepción puede tener que ver con su confianza moderada en que el sistema de la Seguridad Social sea capaz de pagar pensiones adecuadas hasta el final de sus días, pero también puede obedecer al desconocimiento sobre la relación actual entre cotizaciones realizadas y pensiones percibidas.

En este sentido, Luis Vadillo, director del Instituto BBVA de Pensiones, ha explicado: «Tres años de cotización financian hoy día algo menos de un año de pensión. Por tanto, una carrera laboral de 40 años financia menos de 12 años de pensión. El aumento de la esperanza de vida genera un desequilibrio en el sistema, porque para una carrera completa de 40 años, toda pensión recibida a partir de poco antes de los 12 años de jubilación supone un exceso de prestación sobre lo cotizado durante la etapa en activo».

Respecto a la revalorización de la pensión pública, cuatro de cada cinco entrevistados (80 %) consideran que el gobierno tiene que asegurar siempre el poder adquisitivo de las pensiones, ligándolas al índice de precios al consumo (IPC). Por otra parte, cuatro de cada diez (37 %) opina que el principal objetivo de reforma del sistema de pensiones debería ser «mejorar las pensiones más bajas para que todos los pensionistas puedan hacer frente a sus necesidades». Un tercio cree que debería «garantizar que las pensiones actuales y futuras pueden pagarse sin aumentar la deuda pública».

Aunque solo tres de cada diez ‘baby boomers’ de La Rioja piensa que el principal objetivo de reforma de las pensiones debería ser «ajustar mejor las pensiones a lo que cada uno ha cotizado», al 67 % le parecería correcto que cada trabajador tuviera su propia cuenta individual en la Seguridad Social en la que se fueran acumulando sus cotizaciones a lo largo de la vida laboral, de manera que la pensión se calculara en función de lo acumulado. Por tanto, la idea subyacente a los sistemas de cuentas nocionales suscita, en principio, un apoyo amplio entre la opinión pública.

La vivienda como activo y como lugar de residencia preferido durante la vejez

Nueve de cada diez ‘baby boomers’ (90 %) cuentan con vivienda en propiedad: de ellos, el 74 % solo tiene una vivienda, el 22 %, dos viviendas, y el 4 %, más de dos. De todos los propietarios de vivienda, el 60 % está pagando en estos momentos una hipoteca. El 60 % de todos los entrevistados con vivienda en propiedad declaran su disposición a usarla como fuente de financiación si algún día les hiciera falta más dinero para vivir. Las fórmulas que emplearía este colectivo son variadas: vender la vivienda e irse a vivir a otra parte es lo más mencionado, aunque una parte importante también optaría por hipotecarla como garantía de una renta vitalicia.

Preguntados por el modelo de vida del ‘co-housing’, a un 76 % de los entrevistados les parece una buena idea. De ellos, casi nueve de cada diez contestan afirmativamente a la pregunta de si les gustaría vivir, cuando sean mayores, en una de esas comunidades de viviendas específicas para personas mayores con acceso a servicios apropiados para la vejez.

En todo caso, uno de cada cinco (21 %) declara que si se encontrara en una situación de dependencia preferiría vivir en una residencia. No obstante, la opción que en mayor medida prefieren los ‘baby boomers’ es la de vivir en la propia casa al cuidado de profesionales (43 %), si bien algo más de una cuarta parte de los entrevistados preferirían vivir en la propia casa al cuidado de algún familiar (31 %).

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