Finaliza otro puente de diciembre, aunque este año con unas valoraciones algo peores que las de la temporada pasada. Desde la Asociación de Hostelería de La Rioja, su presidente Francisco Martínez Bergés califica de “flojillo” el gasto en servicios hosteleros realizado por los turistas en la capital riojana, a pesar de que la ocupación hotelera “parece que se muestra bien, aunque sin lanzar campanas al aire”.
Aunque ya estamos en fechas navideñas de compras y salidas gastronómicas, Bergés apunta que estos días festivos no han sido los más llamativos en cuanto a gastos en ocio: “La gente gasta lo justo porque todavía quedan muchos días de Navidad. Principalmente, las mayores demandas se han situado en las visitas a bodegas y en pasear”.
El presidente de la Asociación Riojana de Hoteles, Demetrio Domínguez, habla de una ocupación de casi el 90 por ciento durante el viernes y el sábado, pero con un domingo “desastroso”, donde la ocupación descendió por debajo de 40 por ciento: “Sí que es cierto que siendo laborable en comunidades como País Vasco y Cataluña, ambas importantes clientes, se haya notado una bajada durante el domingo, pero tampoco se ha percibido que en Madrid sí fuera festivo”.
Las pernoctaciones que pudieron comenzar desde el jueves se empezaron a registrar a partir del viernes por la mañana, “lo cual tampoco ayudó a tener unos buenos resultados hoteleros”, manifiesta Domínguez. Así se despide un puente de diciembre “similar” al año anterior en cuanto a ocupación, pero con un gasto hostelero menor.
Más allá de la capital riojana, otro de los atractivos turísticos “dominados” para estas fechas son las casas rurales, tal y como señala el presidente de la Asociación de Casas Rurales de La Rioja (ASCA), José Joaquín Sanz. Y es que La Rioja refleja en torno a un 85 por ciento de ocupación rural, solo por detrás de Navarra, que refleja casi un 90 por ciento.
Según los datos ofrecidos por ‘Tus Casas Rurales’, la ocupación antes del puente reflejaba 14 puntos porcentuales superior a la registrada el pasado año. Se muestra, por tanto, una preferencia por el descanso, la desconexión y la naturaleza, a pesar de que la estación de esquí de Valdezcaray abriese sus puertas el pasado fin de semana.
