Educación

Una alumna riojana escribe uno de los mejores cuentos solidarios del país

La alumna de 6º de Primaria del colegio San Pío X de Logroño, Teresa Marín, ha logrado un hueco en la fase final del concurso de cuentos solidarios que organizan Radio Nacional de España y la Fundación Crecer Jugando con el objetivo de hacer partícipe a los escolares de los proyectos de cooperación.

En la decimosexta edición del concurso, los organizadores han invitado a los alumnos a idear un cuento en torno a su juguete favorito y como principal novedad, este año tenían que hacer llegar sus historias ‘de viva voz’, a través de un archivo de audio.

No obstante, el certamen aún no ha concluido y será una votación popular la que decida a los ganadores de cada categoría. Para apoyar al cuento de Teresa Marín, finalista de Tercer Ciclo con ‘Alicia y su bailarina’, hay que acceder a la página web del concurso y votar hasta el próximo miércoles.

‘ALICIA Y SU BAILARINA’

“Había una vez una niña llamada Alicia. Su madre le había regalado una caja de música y ella estaba muy contenta con ese regalo, así que decidió abrir esa caja. Dentro apareció una bailarina y, a la vez, sonaba una canción maravillosa. Cerró la caja y se fue a comprar. La bailarina quería salir de la caja para conocer mundo.

Después de comer volvió a su habitación, abrió la caja y ¡la bailarina cobró vida! Alicia y la bailarina se asustaron a la vez, pero al final se hicieron amigas. Al cabo de un rato la bailarina le dijo que quería salir de la caja para descubrir el más allá. Al principio Alicia se quedó un poco descolocada. La bailarina no sabía qué hacer y Alicia tampoco sabía qué decirle. Se lo pensó un buen rato y cuando supo qué decirle le dijo: “¡Sí! Sí que puedes descubrir mundo”. La bailarina se fue. Alicia estaba un poco triste… ¡Eran tan amigas!

Luego lo pensó mejor y se propuso hacer ella otra caja de música para tener otra amiga más. Estuvo construyéndola mucho tiempo y cuando terminó le quedó muy bien. Ese mismo día se le había caído un diente, así que, en lugar de pedir que le comprasen algo pidió un deseo: que la bailarina que bailaba dentro de la nueva caja de música que había construido cobrara vida.

Al día siguiente abrió la caja y ¡se había cumplido el deseo! Alicia estaba muy contenta, así que le puso una canción a la caja. Cuando se la puso a la bailarina comenzó a bailar y parecía que había retomado el sitio de la otra bailarina y Alicia se sintió muy orgullosa. La llamó Ana y cuando la madre le preguntó a Alicia por su caja le contestó: “Estoy contentísima con mi caja; no quiero que me regales más juguetes, solo quiero mi bailarina”.

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