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Moncalvillo, el ‘Angliru riojano’, será final de La Vuelta 2020

La Vuelta Ciclista a España volverá a tener un final en alto en territorio riojano (el último fue en Valdezcaray en 2012). Será el inédito y colosal Moncalvillo, según han adelantado Juan Gutiérrez y Juanma Leiva este jueves el Diario AS. Además, según las primeras informaciones, la etapa podría disputarse el jueves 20 de agosto y salir desde Logroño.

Está considerado como el puerto de montaña más duro de La Rioja para bicis de carretera. Sus cuatro últimos kilómetros a casi el diez por ciento de pendiente media harán exprimirse al máximo a todos los deportistas. Ese último tramo, jalonado de rampas extremas, llega incluso al diecisiete por ciento de inclinación. En definitiva, un ‘Angliru’ a tan solo veinte minutos de Logroño.

14,5 kilómetros al 6,54 por ciento que  arrancan en la ermita de Santa Ana, situada entre Navarrete y Entrena. En ese punto, comienza una suave subida hacia Daroca de Rioja. Hasta aquí, las pendientes son todavía suaves. Pero al tomar la carretera hacia la montaña, la cosa cambia. Hay que subir 700 metros en ocho kilómetros. Un paso súbito de la llanura a la alta montaña, a través de un tupido bosque con cuestas infernales. En la cumbre, las vistas son espectaculares, pero poco tiempo tendrán los ciclistas de disfrutarlas…

Se trata de un lugar sin demasiada experiencia en pruebas ciclistas. El precedente más llamativo se encuentra en la Vuelta a La Rioja 1994, donde el mítico ‘Chava’ Jiménez comenzó a brillar con fuerza. La organización opta por una alternativa diferente a Cruz de la Demanda (con finales en 1993, 1994, 1996 y 2001) o Valdezcaray (1988, 1989, 1990, 1991, 2012), sede de muchas ‘cronoescaladas’ con destino a Tres Cruces, a casi 2.000 metros de altitud. Eso sí, siempre que la nieve lo hiciera posible. La Vuelta se corría en abril por entonces y, definitivamente, eran otros tiempos.

En esta ocasión, a buen seguro que las laderas del alto se llenarán de aficionados riojanos. Tampoco fallará la afición de Navarra y el País Vasco, siempre ruidosa e infalible. Será una jornada para marcar diferencias. Incluso puede acabar siendo decisivo en la general. Dureza extrema, longitud y una auténtica tortura entre curvas de herradura. Son argumentos suficientes, ¿no?

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