La Rioja

Entre lo heroico y lo divino: Joaquín, “un ángel” al rescate en Logroño

La impactante historia de un joven logroñés que auxilió a una familia cuando ardía su vivienda

Joaquín creía que la de este martes iba a ser una tarde normal en el crudo otoño de la capital riojana. Con su llovizna de media tarde, su frío buscando abrirse hueco entre la ropa y esa humedad que castiga los huesos sin contemplaciones. En cambio, había un elemento con el que este joven riojano no contaba mientras caminaba por la calle Torremuña.

“Había como una neblina extraña y me di cuenta de que en la calle varias personas buscaban su origen. En un primer momento pensé que sería el vapor de agua de alguna caldera”, explica. Pero no lo era. E hizo falta un crudo sonido para que todo encajara en su mente. “De repente oí los gritos de un niño en una ventana y, al buscarlo con la mirada, vi varios destellos lumínicos en un tercer piso”.

Segundos antes, en la citada vivienda una madre se disponía a prepararle la cena a su pequeño de cinco años. De pronto, la campana extractora comenzó a arder y el caos generado dio lugar a los gritos del pequeño en la ventana y los fogonazos lumínicos. La llamada a SOS Rioja estaba emitida, pero no había tiempo que perder mientras llegaran los recursos de emergencias.

Fue entonces cuando Joaquín y otro hombre reaccionaron de inmediato y forzaron la puerta de acceso al portal para correr a auxiliar a los vecinos en apuros. “Cuando entré en la casa me encontré a a la mujer en estado de ‘shock’, no reaccionaba, mientras todo estaba lleno de humo y las llamas salían de la campana hacia el techo”, relata el joven, que encontró un extintor en el pasillo y sofocó las llamas antes de que la situación se tornase crítica.

“Fue un subidón de adrenalina; de hecho, por la noche estaba todavía en tensión”, explica, mientras repite insistentemente que “no me considero un héroe; solo hice lo que me gustaría que otros hicieran si algún día me veo en esa situación”. “Me lo tomo como una buena anécdota para contar”, señala.

“Es un ángel”

Este miércoles, 24 horas después de que todo se resolviera felizmente, Joaquín ha visitado a la familia afectada por el incendio para comprobar que todo estuviera en orden. Y la abuela del pequeño está de acuerdo con uno de sus dos auxiliadores en eso de que no es un héroe. “Es un ángel, un ángel: es un ángel”, repite aún con el susto dominando su cuerpo.

Y como muestra de agradecimiento, le ha dedicado dos presentes de escaso valor material pero de una incalculabe valía sentimental: una caja de bombones y uno de esos abrazos que no se olvidan fácilmente. Héroe o ángel, lo que resulta evidente es que esta familia de la calle Torremuña no olvidará fácilmente el gesto de Joaquín.

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