La Rioja

El Teléfono de la Esperanza sopla quince velas tras 35.000 llamadas

El Teléfono de la Esperanza de La Rioja cumple quince años. En 2002, Magdalena Pérez, presidenta de esta organización y voluntaria del mismo servicio en otra ciudad en aquel momento, se puso en marcha para formar un equipo humano que cubriera en la comunidad las necesidades de cientos de habitantes en situación de crisis emocional.

De esta forma, un 27 de noviembre de 2004, se dio el paso definitivo y el Teléfono de la Esperanza abrió sus líneas en La Rioja, permitiendo a muchas personas ser escuchadas y acompañadas en sus peores momentos gracias a un servicio totalmente anónimo.

“Durante estos quince años hemos recibido más de 35.000 llamadas; más de 3.500 personas han participado en cursos, talleres y espacios de sensibilización; los profesionales, voluntarios, psicólogos, trabajadores sociales y abogados han realizado más de 5.000 entrevistas de profesionales y más de doscientas personas se han formado como voluntarios para mantener abierto el teléfono 24 horas, los 365 días del año”, explica una de las voluntarias.

“Estamos para escuchar. Muchas veces cuando las personas están tristes o tienen problemas o preocupaciones a las que no saben hacer frente, lo que necesitan, principalmente, es hablar. Hablar con alguien que no les juzgue, que, simplemente, les escuche. Y eso es lo que hacemos aquí”, añade.

“Los salvadores”

Los voluntarios que colaboran en el Teléfono de la Esperanza requieren de una formación previa: “Es imprescindible realizar un curso de crecimiento personal, en el que todos los colaboradores trabajen su salud emocional para luego poder escuchar a otros en la misma línea”.

Este curso dura todo un año y las clases son diarias. Ademas, se hace una formación de orientación para que sepan cómo atender las llamadas y cómo comunicarse con las personas. Cuando pasan a formar parte del voluntariado, llevan a cabo sesiones mensuales. “Una vez descolgado el teléfono no sabes lo que te vas a encontrar. Las llamadas van desde personas que viven solas y sienten una profunda soledad hasta personas enfermas, pasando por avisos de suicidios en curso”.

En todos los casos, el trabajo de los voluntarios es el mismo: escuchar y, mediante una serie de preguntas, “que la persona crezca. Llaman pidiendo consejo pero nunca se le dice lo que tiene que hacer, sino se le guía mediante el diálogo para que ellos mismos busquen un abanico de opciones y elijan, ellos solos, la más adecuada”.

Actos del aniversario

Para celebrar el quince cumpleaños de este proyecto, esta semana se ha organizado una proyección de la película ‘De tu ventana a la mía’. Además, este sábado el Teléfono de la Esperanza va a llevar a cabo un acto en el Espacio Lagares a partir de las 19.00 horas para reconocer el trabajo de los voluntarios e instituciones que les han apoyado desde el principio.

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