La UD Logroñés trabaja ya en su visita el próximo sábado al Unionistas de Salamanca (Las Pistas, 16 horas; Radio Rioja y NueveCuatroUno). Los salmantinos son penúltimos, suman ocho puntos y solamente una victoria en sus últimos seis duelos. Por contra, los logroñeses suman 27 puntos y son terceros, a dos del liderato. Enfrentamiento de contrastes en tierras salmantinas, de los que el técnico Sergio Rodríguez no se fía: «Debemos dejar a un lado las estadísticas, porque pueden hacer que nos confiemos y no será positivo».
El entrenador mantiene su tono habitual en la previa: «Lo afrontamos con mucha cautela y humildad. Este tipo de partidos suelen ser bastante trampa, nos enfrentamos a un rival que va en los últimos puestos y no podemos pensar que será un partido fácil». Un oponente que se vio obligado a cambiar de entrenador, se fue Roberto Aguirre y llegó Jabi Luaces, viejo conocido del Grupo II. Y el cambio se va notando: «Han variado algunos mecanismos y han cambiado de puestos a algunos jugadores. El otro día, frente al Bilbao Athletic vimos más esos equipos suyos, con intensidad y verticalidad».
El escenario del encuentro también será decisivo: «Es un partido complicado, un campo muy frío porque tiene pistas de atletismo y tampoco sabemos cómo va a estar el terreno de juego. Las dimensiones tampoco son muy grandes y esperamos un partido de contacto, de segunda jugada, complicado… donde la concentración va a tener una gran importancia». Y en ese sentido, aguarda también al planteamiento del rival y vaticina un encuentro cerrado, salvo que alguno de los dos equipos se adelante en el marcador.
Fortalezas y oportunidades
Vistas las últimas semanas, el camino ideal es no bajar en ningún momento el pistón: «Creo que su nivel de motivación, intensidad y agresividad va a ser alto por su situación clasificatoria. Los duelos individuales van a tener mucha importancia y si nosotros estamos al mismo nivel de motivación, intensidad y agresividad que ellos, tenemos opciones de ganar el partido». En ese aspecto, resulta obligatorio contener la principal amenaza del rival, el balón parado: «Han conseguido nueve de sus catorce a balón parado». Tres de ellos, desde los once metros.
Posteriormente, el técnico detalla esta amenaza: «Para ellos, es una ocasión de gol cualquier balón que haya. No solo lo cercano, sino también lo lejano; intentan que se produzcan situaciones en el área». Una faceta del juego que los riojanos también aprovechan: «Estamos teniendo ese punto de acierto, incluso a veces para abrir el marcador. Tenemos que seguir en esa dinámica y controlar lo otro (el aspecto ofensivo del balón parado)».
El equipo trabaja con la baja de Lander Olaetxea; sancionado por ciclo de amarillas y con la duda de si Jon Errasti entrará en el once inicial: «Va cada día mejor y a ver si decidimos. El otro día ya entró entre los 18 convocados, cuando alguien entra entre los 18 es que está bien para jugar. Otra cosa es que nosotros decidamos cuántos minutos o si es el momento oportuno, porque también hay gente que está trabajando muy bien».
En resumen, Sergio espera algo diferente a lo habitual: «No es un partido puro de segunda jugada, como puede ser Amorebieta, donde te juegan todo el rato a lo mismo. Es un partido mixto. Lo que les hemos visto a ellos es que son un equipo indefinido en lo ofensivo: ni muy directo ni muy combinativo». Los charros han encajado ya veinticinco goles, pero el entrenador deja una última reflexión: «Si pensamos que vamos a ganar por la diferencia clasificatoria, no sacaremos nada».
Sigue el canal de WhatsApp de NueveCuatroUno y recibe las noticias más importantes de La Rioja.