Ignacio Martínez y su hijo Nacho, de 17 años de edad, salieron el pasado fin de semana a practicar caza menor en las inmediaciones de Baños de Río Tobía cuando se toparon con una situación del todo inesperada. Dos corzos estaban atrapados en un canal de riego y el nivel del agua no paraba de crecer.
Trataron de ayudarles a salir en una primera instancia, pero no contaban con el material adecuado para ello. “Nos volvimos a casa a coger cuerdas y, cuando llegamos al punto del canal donde habíamos estado anteriormente, los corzos seguían en el mismo sitio, pero casi sin fuerzas”, explica el joven en declaraciones a Jara y Sedal.
Ya con las cuerdas en su poder, lograron sacarlos del canal: “Una vez que los rescatamos nos alejamos un poco del canal y los soltamos en el mismo lugar donde el fin de semana anterior los habíamos visto corriendo”, relata Nacho, detallando que “les costó caminar, ya que estaban muy cansados y con alguna herida en las pezuñas, pero finalmente se marcharon”.
No es la primera vez que este joven pone a salvo a animales atrapados en canales de riego, ya que señala que “a mi padre le parecieron en un primer momento dos perros de algún cazador y por eso nos acercamos a la zona, ya que por experiencia propia sé lo que es tener que rescatar a un perro que se ha caído a un canal; hace poco me pasó”.
