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Carlos Coloma: “¿Mis últimos Juegos? Sería una locura llegar a París”

El ‘biker’ riojano Carlos Coloma y su compañera en el BH Templo Cafés, Rocío del Alba han visitado Teledeporte para participar en el programa ‘Objetivo Tokio’. En él, ambos protagonistas han repasado su momento actual, sus experiencias, sus ambiciones y sus objetivos en los próximos Juegos Olímpicos. Como no podía ser de otra manera, ambos han entrado al plató montados en sus bicicletas. Dos pequeñas tormentas de energía dispuestos a brillar y llevarse medalla en Japón. “Como corredor seguramente sí sean los últimos Juegos; sería una locura estar con 42 años en París”, afirma Coloma.

El deportista de Albelda de Iregua ha repasado su montura, su equipo y sus recuerdos de su bronce en Río 2016, para posteriormente centrarse en el gran objetivo: “Creo que es el circuito más duro que he corrido nunca a nivel olímpico. Las zonas tácticas y de rodar son complicadas, porque hay gente que tiene menos habilidad en las zonas técnicas y ponen un ritmo infernal”. Por ello, apunta a que la clave será coger un ritmo constante y aguantarlo.

Ninguno de los dos tiene la clasificación asegurada para la cita olímpica, pero sí encarrilada: “Desde Río 2016 hasta este momento tenía un único objetivo en Tokio 2020, estas tres temporadas han estado pensadas para llegar bien a esta última·, explica Coloma. Rocío, por su parte, fue séptima sub-23 en el Mundial de Sant Année y también lo tiene muy encaminado. Pese a sus veintiuna primaveras, apunta muy alto: “Aunque sean mis primeros juegos, el tiempo pasa y no puedo ir a correr sin más. Voy a ir a por todas y ¿por qué no?, traer una medalla”.

Una posibilidad que el albeldense refrenda: “Creo que mi medalla en Río es más difícil de conseguir que la suya en Tokio. Que vaya y si tiene que hacer la veinte que lo haga. Pero el tiempo pasa y no tiene que ir a hacer top 10, porque humildemente, no vale para nada”. En ese sentido, alaba su progresión: “Ella tiene buenas piernas y mejor cabeza, aunque tiene genio, humos y aires de grandeza en competición, fuera de ella es muy humilde, escucha y cuando se le da un toque de atención sabe que es por su bien”.

Una preparación a conciencia

El ciclista riojano siempre ha sido un gran amante del deporte: “Empecé haciendo taekwondo, me quedé a un año de ser cinturón negro, pero luego lo retomé por la rotura de parte del troquiter (hombro)”. Por esa razón, se pasó un año en blanco en 2013. Dos años más tarde, comenzó a hacer boxeo con Jose Ignacio Barruetabeña, con el objetivo de fortalecer los hombros. El entrenamiento de él y su compañera se basa mucho en la fuerza, acompañados también del preparador físico Mikel Zabala.

Pero además del entrenamiento, hay mucho más: “Viajamos entre 120 y 150 días al año, tanto a nivel de compromisos con patrocinadores, como concentraciones y viajes a los que no se le pueden decir que no. Pero el haber hecho el esfuerzo del año pasado nos deja muy tranquilos de cara al año que viene. Ahora será todo más tranquilo y nos centraremos en la planificación”. Un calendario que apunta al Europeo y al Mundial, para llegar en el punto justo de forma a Tokio 2020: “No hay que olvidar que la carrera olímpica se juega en una hora y media y más allá de eso, no vale nada”.

Por último, Coloma resume su visión de este deporte: “Hay mucha gente detrás, recuerdo mis inicios con un mecánico. Llevo veinte temporadas como profesional y si dios quiere, será mi vigésimo segundo mundial consecutivo. He vivido en altibajos, hace diez años la cosa no estaba bien; pero ahora mismo hay mucha gente practicando, tanto con bicis normales como eléctricas. Creo que es el deporte más practicado en España junto con el ‘running’ y me hace ser muy optimista para este 2020 y para el futuro, para los corredores que vienen detrás”.

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