La Rioja

La calagurritana Judit Jiménez, rumbo a la Antártida previa escala en Yale

No nos lo pensamos. Cogemos el móvil y conseguimos hablar con Judit Jiménez. A miles de kilómetros de su Calahorra querida, a la que vuelve cada año en Navidad y en verano, habla entusiasmada de su nuevo proyecto. Ahora es investigadora en la Universidad de Yale pero durante este año va a participar en el programa ‘Homeward Bound’ (HB5), en el que solo participan 75 mujeres de todo el mundo.

La joven salió con 17 años a estudiar a Valencia y después llegaron los máster, la tesis, un año en Londres y varias estancias más cortas en diferentes laboratorio del mundo. Siempre con la misma idea en la cabeza: la de mejorar la salud de la mujer. Por eso todas sus investigaciones están centradas en el cáncer de mama y de ovario; concretamente en los que tienen origen genético. “Como el de Angelina Jolie”, nos dice para ejemplificar.

En 2013, con la crisis en la cresta de la ola, decidió salir de España. Lo hizo por dos razones: “Creo que la movilidad científica es importante, pues permite conocer otras culturas, tener otros compañeros, vivir otras experiencias… pero es verdad también que España no es un país que estabilice a los científicos y menos si eres mujer”, resume. “El techo de cristal aquí es mucho más difícil de romper que en otros países”, asegura.

Además, hablamos de la inversión en investigación. “El problema no son solo los recursos públicos, que también, el problema es que no se le da facilidades a la empresa privada para destinar dinero a la investigación. En EE.UU, Reino Unido o Alemania hay mucha más filantropía, pero es porque fiscalmente sale muy rentable”, señala.

Decidió marcharse a Estados Unidos y se unió a un programa de la Universidad de Yale. Trabaja con la proteína BRCA2 utilizando a nivel bioquímico las herramientas que ha ido haciendo suyas a lo largo de los años para, ahora, prevenir el cáncer de mama y ovario o para buscar las mejores ‘dianas’ biológicas para su curación en las personas que ya lo tienen.

Una experiencia única

Dinamita pura dentro y fuera del laboratorio, Judit participa este año en un proyecto pionero, innovador, verde, sostenible y feminista. Se trata de ‘Homeward Bound’ (HB5) y solo participan en él 75 mujeres de todo el mundo. El programa consiste en un año de formación virtual que ha empezado este mes de noviembre. “Tiene varios objetivos: dar visibilidad a las mujeres en el  ámbito de las STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), fomentar líderes y que éstas lleven los valores intrínsecos de la mujer a los escenarios de poder, además de poder solucionar grandes problemas de la humanidad”.

La culminación del proyecto llegará dentro de un año, cuando todas ellas permanezcan tres semanas en la Antártida en condiciones complejas. “La idea es que todo lo aprendido lo pongamos en práctica durante ese periodo, en el que nos pondrán en situaciones de prueba para que consigamos marcar una estrategia conjunta y buscar las soluciones posibles”, nos cuenta.

Todo el mundo que ha participado en ediciones anteriores dice que le ha cambiado la vida: “Todos comentan que estás más dispuesto a dar que recibir, que te cambia la forma de ser y la forma de vivir y además mucha de esa gente termina consiguiendo puestos de trabajo importantes”, asegura.

El curso no es gratuito. Cuesta 40.000 dólares y 20.000 deben correr a cargo de la propia interesada, quien -junto a sus otras compañeras españolas- están recaudando fondos para poder cubrir los gastos de esta experiencia única.

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