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La ilusión riojana llega a Nueva York: “Quiero bajar de las tres horas”

Jesús Fernández (Logroño, 1983) participará el próximo 3 de noviembre en la Maratón de Nueva York. Será uno de los pocos riojanos que lo haga. Acostumbrado a correr medias maratones por capitales europeas, afronta su cuarto maratón y para ello, se prepara a conciencia: “Llevo más o menos desde junio aproximadamente entrenando unos seis días por semana, entre 100 y 110 kilómetros”. A pesar de las dificultades, siempre saca un hueco para su pasión: “Me supone bastante sacrificio porque soy autónomo”.

La Gran Manzana puede reunir hasta 50.000 participantes y ‘Chuchi’ llega con buenas sensaciones: “Nueva York es diferente, tiene un tramo con bastante desnivel acumulado y eso complica un poco el cálculo de como va a a salir”. Otro aspecto es la logística: “Tenemos que madrugar mucho y estar dos horas antes de la prueba”. La seguridad es máxima en Estados Unidos, especialmente tras el atentado en la maratón de Boston 2013, que segó tres vidas e hirió a casi trescientas personas. Por ello se realiza este blindaje.

El corredor del Añares Rioja afronta la prueba con ilusión: “Mi objetivo es bajar de las tres horas, humilde pero realista. A partir de ahí, todo lo que venga pues bienvenido sea”. En su caso, acudirá en solitario a la cita: “Me clasifiqué después de la Media Maratón de Valencia”. No será el único representante regional: “Sé que Miguel Ferrer y su hermano van a participar, así como algún corredor de Maratón Rioja. En principio, no me consta que haya ningún viaje organizado”.

La prueba tiene tres formas de inscripción para los europeos: “La primera es por un sorteo, bastante complicado que te toque, pero mucha gente participa así”. La segunda posibilidad es mediante un paquete turístico: “Una agencia de la organización te busca hotel, desplazamiento y dorsal y tú pagas una cantidad determinada”. La otra alternativa es por tiempos, elegida por el corredor: “Hay una tabla por grupos de edad, en la que si cumples los mínimos, acreditas tu tiempo”. Además de esto, el público americano se puede inscribir por caridad y recaudación de fondos.

Un evento único

“Es la primera vez que voy a ir, corrí en Chicago en 2017 y esta es la segunda vez que corro en Estados Unidos. Corrí en Berlín el año pasado. Esta es mi cuarta maratón y la tercera fuera de España”, explica Fernández. Para documentarse, ha conversado con todas las personas que la han corrido: “Me dicen que no es comparable. Es una maratón que tiene tanto empuje popular que compensa el desnivel. Quitando los 2.000 o 3.000 corredores, se abre un abanico popular y el factor turístico impera incluso más allá que del deportivo

“Yo con toda la gente que he hablado anteriormente y ha tenido la posibilidad de correrla, todo el mundo me habla de que no es comparable. Es una maratón que tiene tanto empuje popular, que se nota luego. Posiblemente sea la de más animación que se pueda hacer en el mundo. Entonces ese factor compensa un poco lo del desnivel. Se trata de la maratón popular, así como Boston es la carrera federada (todo el mundo se clasifica por tiempo). Quitando los 2.000 o 3.000 primeros corredores, se abre un abanico popular y el factor turístico implica más”.

Una semilla que quiere germinar en La Rioja

La maratón avanza en el territorio regional. Un grupo de doce corredores compiten desde el ámbito absoluto veterano en Campeonatos de España: “No es una cantidad muy alta, pero tenemos al campeón de España Miguel Ferrer, Diego García hizo 2 horas y 35 minutos en Chicago”. Por último, Jesús se muestra optimista con el futuro: “Es una prueba muy exigente y se tarda mucho tiempo en transferir desde la media maratón. Yo creo que vamos a coger los frutos en tres o cuatro años; hay referentes y esperemos que se dé el paso”.

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