Al igual que le sucede al protagonista de ‘Atrapado en el tiempo’, los riojanos comenzamos a experimentar un cierto ‘déjà vu’ cuando los partidos se lanzan en tromba a empapelar las calles con sus carteles para seducir a los votantes. Las mismas sonrisas, los mismos discursos optimistas, las mismas escobas, los mismos botes de cola y las mismas pantallas de plasma para las formaciones más vanguardistas en lo tecnológico.
La noche de este jueves -la de Halloween, para más señas- ha arrancado la campaña electoral (otra vez) y los candidatos se baten el cobre (de nuevo) para conquistar alguno de los cuatro escaños en liza el domingo de la próxima semana. Que la nueva convocatoria electoral provoca cierta pereza se materializa en aspectos como que los tres partidos mejor posicionados para acabar ‘tocando pelo’ (PSOE, PP y Ciudadanos, por este orden) han apostado por no moverse demasiado y arrancar la campaña al calor de sus sedes. Tan solo Unidas Podemos (que de abril a esta parte ha perdido a Izquierda Unida como socio), en la Plaza de San Agustín; y Vox, en el Paseo del Espolón, han huído de sus cuarteles generales para iniciar la fiesta de la democracia. ¿Truco o trato para cada uno de ellos? La respuesta, la velada del 10 de noviembre.
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