Agricultura

Los trujales de La Rioja, preparados para la cosecha

Los trujales riojanos preparan sus prensas para principios de noviembre

*Artículo realizado en colaboración con Aceite de La Rioja

Cintas listas, básculas correctamente calibradas, máquinas engrasadas y depósitos, tuberías y arquetas bien limpias para dar comienzo a la nueva campaña aceitunera prevista para la primera quincena de noviembre. Aunque los pronósticos de producción son notablemente menores a los del año anterior, a causa de las olas de calor del pasado mes de junio que coincidieron con la época de floración, existen diferencias entre unas plantaciones y otras.

Así, mientras que el trujal El Alberque de Ollauri habla de un “treinta por ciento menos de aceitunas que la temporada anterior, donde se recogieron 400.000 kilos”, la Almazara Ecológica de La Rioja ISUL, en Alfaro, asegura una “cosecha bastante buena y aceptable con una salida sanitaria espectacular”, tal como define uno de sus gerentes, Manuel Catalán.

El motivo por el que su producción no se va a ver mermada por esos factores meteorológicos se debe, precisamente, a que sus cultivos cuentan con un sistema de regadío que asegura la campaña. Es por ello que, al igual que en la cosecha de 2018, espera recoger unos 700.000 kilos de la variedad arbequina.

De igual forma, el Trujal 5 Valles de Arnedo prevé en torno a 800.000 kilos, “cuando otros años se han recogido entre uno y dos millones”, apunta desde la administración Sara Pérez. Por su parte, la Cooperativa Trujal de Galilea vaticina una cosecha algo superior a los 600.000.

Para afrontar todos los preparativos que conlleva un nuevo comienzo de campaña, el personal de las almazaras es imprescindible para gestionar los controles de maduración, la sanidad de la aceituna, el peso y el rendimiento graso, entre otras labores.

El inicio de la cosecha

El momento exacto para comenzar la recolección viene determinado por el índice de maduración y el rendimiento graso que puedan tener las aceitunas, todo en función de la altitud a la que se encuentren los cultivos. Por un lado, el seguimiento cualitativo parte de analizar muestras representativas de oliva sana y, separando por colores, obtener así un índice de maduración aproximado.

El control cuantitativo, por su parte, permite ver el equilibrio entre los atributos frutado-picante-amargo y determinar los rendimientos graso total e industrial de la oliva, todo ello a través de un abencor (pequeña almazara de laboratorio). Un procedimiento llevado a cabo por la mayoría de trujales no tradicionales, meticuloso pero necesario para obtener el deseado oro líquido de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Aceite de La Rioja.

Con la mecanización agrícola, además de obtener una mayor producción, también ha cambiado la forma de recolección de la aceituna, aunque todavía son muchos los agricultores que optan por el tradicional método manual, ya sea con palos o con vareadores a motor.

Sin embargo, el abanico o la cosechadora son las últimas tendencias en esta actividad, sobre todo para los cultivos en intensivo. Desde la Almazara Ecológica de Alfaro así lo demuestran, ya que sus cuarenta hectáreas de regadío de oliva arbequina no pueden sino recogerse con la cosechadora, aunque sí echan mano de la destreza humana para subirse a la copa de los olivos y coger las aceitunas a las que no alcanza la máquina.

Mikel Soto, agricultor de Galilea

“Uno de los conceptos interesantes es que cada día se aprovechan mejor los residuos que genera la oliva, desde las hojas que sirven de alimento para el ganado hasta los huesos que actúan como combustible para las nuevas calefacciones de biomasa”, señala desde el Trujal Cooperativa de Galilea, Pedro Soto. Además de esta forma de autoabastecimiento, desde la almazara inciden en la importancia de seguir un sistema continuo en la elaboración del aceite.

Así, tras una exhaustiva limpieza de la aceituna, se procede a su molienda y a la producción final, todo de forma ininterrumpida para evitar la fermentación de la oliva y el mantenimiento de unos aromas y nutrientes óptimos.

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