Deportes

Jade Boho: “Pedimos una jornada completa y un mínimo salarial”

Las jugadoras de la Liga Iberdrola se plantan en busca de un convenio laboral. Porque pese a que todas forman parte de la máxima categoría del fútbol femenino español, sus derechos laborales son tremendamente deficientes. La mayoría de ellas ni siquiera puede vivir de su pasión. Una realidad que contrasta con el ‘boom’ que esta disciplina experimenta en la sociedad. Juegan en campos grandes, las televisan, tienen patrocinio, se promociona a bombo y platillo…

El EDF Logroño está dentro de los conjuntos más humildes y sufre este problema en sus propias carnes. Las capitanas de los dieciséis clubes y las internacionales españolas viajan a Madrid este martes para reunirse con la Asociación de Clubes en busca de un acuerdo. La veterana Jade Boho (Valladolid, 30 de agosto de 1986) será una de las portavoces de las riojanas: “Pedimos un 75 por ciento de parcialidad (equivaldría a una jornada de 30 horas) y un salario mínimo. Llevamos más de año y medio con esta propuesta y no vamos hacia adelante”.

La ecuatoguineana explica la evolución del conflicto: “En la primera reunión, pedíamos un cien por cien de parcialidad. Los clubes dijeron que era imposible, se echaron las manos a la cabeza, y dijeron que no podían asumirlo”. Ante esta postura, las jugadoras se reunieron nuevamente y pidieron bajar al 75 por ciento: “Valoramos el trabajo de nuestros clubes, pero creemos que ha habido tiempo de sobra para poder solventar el tema económico. Es lo que nos retiene para avanzar”.

La oferta de los clubes se limita al cincuenta por ciento (media jornada) y el colectivo expresa su disconformidad: “Pensamos que eso es muy injusto porque seguiríamos teniendo prácticamente las mismas condiciones económicas. Nosotras trabajamos mucho más de veinte horas, incluidos los viajes y demás. No pedimos nada más salvo una jornada completa y el mínimo salarial (la cantidad sigue barajándose). Las jugadoras estamos ya muy cansadas”.

Jade explica las circunstancias de su vida profesional: “Cualquier trabajador, trabaje de lo que trabaje, está protegido y tiene unos derechos mínimos. Yo llevo más de veinte años jugando al fútbol y cotizados llevo muy pocos, poquísimos. Eso no puede pasar. Después del fútbol, ¿qué hago?. Tengo algo de paro y en algo te puede ayudar, pero a día de hoy, viendo como está el fútbol femenino, que la gente se anima y le gusta, me parece de la época arcaica esta situación”.

La delantera deja claras dos cosas: todas las jugadoras van unidas y que se hará todo lo posible por evitar un choque directo con la patronal. “Aquí vamos todas de la mano, independientemente de si el club va económicamente mejor o peor”. En la misma línea, valora el trabajo de los equipos: “No queremos hacerles ningún daño a nuestros clubes, eso que quede claro. No queremos una guerra, estamos agradecidas. Cada club es un mundo, pero si el fútbol femenino está donde está es porque los clubes han puesto de su parte”.

Por último, la atacante valora muy positivamente el apoyo de Iberdrola a la causa: “Ha hecho un trabajo fantástico y sensacional. Ojalá no se bajen del carro, evidentemente hay cosas que mejorar; pero yo creo que con Primera Iberdrola todo ha ido a mejor”. Lo que ella pide es que haya más empresas grandes que refrenden este apoyo. Con ello, quizá se podrían conseguir los 1,6 millones de euros que se necesitan para profesionalizar la categoría. Hasta entonces, queda seguir peleando.

Subir