Educación

Descontento en Oyón por la segregación escolar de su colegio

“Más allá de los problemas lingüísticos, las diferencias socioeconómicas son notables”, explica Belén Arribas, miembro de la Plataforma por la Escuela Pública de Álava, “pero eso no es motivo para fomentar una segregación escolar”. El centro público Ramiro de Maeztu de Oyón cuenta con un porcentaje de alumnado extranjero que ronda el sesenta por ciento, sobre todo en las aulas de Infantil, según informan desde la plataforma, “aunque ni el colegio ni Educación facilitan los datos”, apunta Arribas.

“Esa situación se ha generado, principalmente, porque a las familias no les gusta la diversidad en el centro donde estudian sus hijos, aunque aleguen otras causas, y eso da mucha pena”, asegura Arribas. La Plataforma decidió actuar tras observar cómo las matrículas para nuevos cursos mostraban un descenso del número de apellidos autóctonos, mientras que los procedentes de países extranjeros no hacían más que crecer.

Y es que la alternativa que muchas familias han elegido en los últimos años es el centro privado San Bizente Ikastola, ubicada a tan solo cincuenta metros del colegio público. “Es como un refugio para la gente de un status más elevado”, critica Arribas. Muy alejado de la ‘matrícula viva’ -denominada así por la plataforma- por la cual el nuevo alumnado que entra a mediados del curso escolar se debe reagrupar equitativamente entre los centros públicos y privados, en la ikastola son pocos los alumnos de otras nacionalidades. Además, “a los nuevos les cuesta integrarse, por lo que el ritmo del grupo se ve afectado. Es un choque brutal”, señala.

A la espera de respuestas por parte del Ayuntamiento y la delegación de Educación de Vitoria, la plataforma no cesa en sus concentraciones mensuales a las puertas del consistorio. “El Ayuntamiento podía haber hecho muchas cosas pero ha dejado este asunto aparcado y nosotros no nos vamos a callar”, advierte Arribas, “porque defendemos la educación pública como pilar fundamental”. Además, la mayoría de familias inmigrantes no entra a opinar acerca de estas deficiencias, “no participa en los asuntos sociales y eso, en ocasiones, dificulta la consecución de avances”, lamenta.

Aunque desde el centro público de la localidad riojano alavesa reiteran su “defensa de la pública”, todavía no se posicionan sobre si apoyarán o no las próximas concentraciones organizadas por la plataforma. Su directora, Alicia Fernández, asegura a NueveCuatroUno que el colegio “requiere de un tiempo de reflexión para dar una opinión acerca de la problemática”, aunque incide en la importancia de “respetar las decisiones de aquellas familias que optan por la educación privada”.

Por si fuera poco, en otra rama del eje del problema se halla la inestabilidad del profesorado, muy variado con cada nuevo curso escolar. La itinerancia de la plantilla unido a la elusión de los docentes por no acabar en un centro tan alejado de la capital alavesa genera que muchos proyectos educativos previamente organizados se vean truncados y sustituidos por otros, finaliza Arribas en su denuncia.

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