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Dos formas de ver un balón: los que lo tocan y los que lo empujan

Ni idea de piano. Hay teclas negras y blancas. Hasta ahí. Todo lo demás resulta extraño. Un piano son matemáticas exactas. Sumas, restas, divisiones, raíces cuadradas, senos, cosenos, tangentes… Poco espacio para la creatividad. Problema, solución. Y a otra cosa. De piano y de matemáticas, cero. Salvo por una frase grabada desde hace mucho tiempo. Me gustaría decir que la firmó en su momento un ruso virtuoso del piano; que en una ocasión, tras una cena de gala, tocó para los asistentes y decidió compartir para la audiencia sus amplios conocimientos sobre este bello instrumento. Pero en el infrafútbol somos de calimochos y farias… y de recordar frases más que de tocar el piano.

La frase: “Hay dos formas de ver un piano: los que lo tocan y los que lo empujan”. Que llevada al fútbol, a la Segunda B —a la vida, por tanto— resume a la perfección el partido en Tajonar. “Hay dos formar de ver el balón: los que lo tocan y los que lo empujan”. Y Sergio Rodríguez sigue dando muestras de que en la combinación de ambos elementos —tocar y empujar— está la clave del éxito en esta categoría. Como ha demostrado su equipo tras su paso por Tajonar.

Tocar y empujar no son elementos yuxtapuestos, como quise entenderle en su momento al iluminado que habló de tocar o empujar un piano. Advertí entonces dos caminos: trasladarlo para que sean otros quienes lo toquen… o tocarlo. Que quizás sea así en la música. Por suerte, en el fútbol hay matices. Porque en el fútbol se puede tocar y también empujar. Y todo en 90 minutos. Tocar, empujar, ganar y a otro asunto. Que pase el siguiente.

Se puede tocar mientras sea necesario, como en la primera parte en Tajonar, y sobre todo se debe empujar cuando se quiere ganar un partido de fútbol lejos de Las Gaunas, como en la segunda mitad. Para ello el entrenador debe hacer lo necesario para dejar de tocar y comenzar a empujar. Debe mover las teclas adecuadas para, con dos puntas, fijar a los centrales osasunistas y cambiar de esta forma el devenir de un partido que andaba a la espera de un pequeño detalle para caer del lado riojano. El partido no se ha decidido por situar tres centrales con Iago e Iñaki de carrileros. El resultado ha salido adelante por la presencia de dos puntas, Vitoria y Roni, contra los dos centrales navarros. Ahí se ha ganado el partido en Tajonar.

Osasuna B está capacitado para la victoria: fuerte, agresivo, bien ordenado. Por eso acreditaba tres victorias en otros tantos partidos en su feudo. Pero a día de hoy anda un punto por detrás de uno de los favoritos a ganar el Grupo II. Porque si algo ha constatado la Unión Deportiva Logroñés tras su paso por Tajonar es que ya está en condiciones de ganar esos partidos que luego le permiten a uno luchar por la primera posición, algo novedoso en este club, habituado a lugares comunes como Tajonar para lograr resultados lógicos, es decir, el empate a nada. Hasta ahora.

Eran otros, los ‘Racings’, los ‘Mirandeses’, los ‘Oviedos’, los ‘Eibars’ o los ‘Alaveses’ los que habitualmente sacaban adelante estos partidos mientras que los riojanos se iban dejando empates donde se necesitaba ganar para seguir adelante. Tocaban pero no empujaban. Han tocado mientras ha sido necesario en una primera parte de contención por parte de ambos equipos. Y con los cambios introducidos por Sergio Rodríguez, tanto en lo táctico —del 4-1–4-1 al 5-3-2— como en lo técnico con la entrada de Rayco y sobre todo de Roni, el equipo se ha puesto en disposición de empujar para ganar, como ha logrado gracias al toque de Iñaki, el salto de Zabaco y el oportunismo dentro del área de Roni, deseoso por marcar su primer tanto con la Unión Deportiva Logroñés tras varias ocasiones claras falladas que habían puesto en duda su capacidad para decidir partidos. “Lo tuve que hacer en Calahorra, pero, bueno, ha llegado aquí y sirve para sumar tres puntos”. Asturiano, llegado de Langreo, donde la gente ha empujado mucho para sobrevivir. Han arrastrado carretillas, pianos o lo que hiciera falta. Porque Roni sabe que mientras otros tocan, lo suyo consiste en empujar… para ganar.

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