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La UD Logroñés dice adiós a su crisis en el Helmántico

La UD Logroñés ha logrado la primera victoria a domicilio de esta temporada ante el Salamanca (0-2), con goles de Olaetxea y Rubén Martínez. Muy pragmático el equipo de Sergio Rodríguez, que quizá no ha generado un crisol de ocasiones, pero sí ha sido preciso tanto en su área como en la rival. Y cuando esos dos factores se juntan, el resultado no puede ser otro que un triunfo relativamente cómodo. Han apretado los charros, pero no han sido preciso ni han tenido puntería.

Buena presentación de los riojanos sobre el verde. Recuperación de Iago López, asistencia al espacio fabulosa para Rubén Martínez y buena parada de Sostres. Olaetxea sí que no ha perdonado. Recibe dentro del área, se para, recorta a dos defensores y la coloca al ángulo. Donde muchos se obnubilan, el vasco tiene una linterna. ¡Vaya barbaridad! Premio a un gran inicio, con un bloque muy sólido atrás y con chispa arriba, por medio de Rubén Martínez y Javi Álamo. Y lo más importante, los salmantinos no han sido capaces de inquietar demasiado a Pablo Fid.

El vasco tenía ante sí un gran reto: su primer encuentro con la camiseta de la UD Logroñés. Lo ha solventado con seguridad y precisión con los pies, algo en lo que no destaca precisamente el lesionado Miño. Vencían y convencían los de Sergio Rodríguez, que han sido capaces de contener a su rival. Los charros trabajan de despertarse, Uxío, Galvan, Calderón… trataban de combinar pero la más clara ha sido para Álex Moreno, que con todo a favor en el área ‘chica’ no ha sido capaz de marcar, cuando el empate era lo más fácil.

Los locales han querido subir revoluciones, pero los visitantes han sabido asestar un golpe en el momento clave. Roba Errasti (cómo no), balón para Olaetxea y el de Abadiño lee perfectamente el espacio hacia Rubén Martínez. Adentro. Cuando las cosas salen bien, el fútbol es muy simple. Efectividad, solidez e ideas claras, todo lo necesario para sacar las victorias adelante. Ante un rival muy descompensado. Todas las virtudes que dejaba ver arriba, las despercidiaba atrás. Y si un equipo falla en sus cimientos, las cosas empiezan torcidas.

Pablo Cortés, técnico del Salamanca, ha decidido meter a Ubis. Sergio ha hecho la lectura opuesta, protegiendo su sistema defensiva con Zabaco. Con más corazón que cabeza, los castellanoleoneses trataban de recortar distancias. Uxío ha estado muy cerca. Errasti ha vuelto a dar una lección de recuperaciones, solventando cualquier ilusión de la grada. Así es el eibarrés, más vale que lo tengas a favor o te irás a casa teniendo pesadillas.

Y así ha concluido una plácida tarde en Salamanca. Dos victorias consecutivas para un equipo que despierta y comienza a escalar posiciones hacia la zona privilegiada. La enfermedad ya queda atrás, pero todavía falta seguir cogiendo la forma. La próxima oportunidad será ante el Tudelano en Las Gaunas (domingo 29, 18 horas).

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