Las lesiones siguen afectando a la UD Logroñés y Rubén Miño acaba de caer en el dique seco. El arquero catalán sufre una rotura muscular en el semitendinoso de su pierna izquierda (4 x 4 x 3 milímetros). El club no ha precisado su plazo de recuperación, pero se perderá las próximas semanas de competición. No está siendo su mejor inicio de temporada, ya que hasta ahora ha encajado cinco tantos en los cuatro primeros encuentros.
Ahora, la presión recae sobre dos jóvenes guardametas: Pablo Fid (22 años) y el jugador del Promesas ‘Yari’, de solamente diecinueve. Todo apunta a que será Fid quien defienda la meta blanquirroja en el Helmántico ante el Salamanca (domingo 22 de septiembre, 17 horas). El bilbaíno se formó en el Arenas de Getxo y ha disputado veintidós encuentros en Segunda B. Llega la gran oportunidad de su carrera: ser titular en un equipo que quiere llegar a Segunda. Gran prueba de madurez para él.
Un verano surrealista
De Gobela viene Pablo y en ese mismo lugar se torció todo. Miguel cayó gravemente lesionado del ligamento cruzado y llegó como sustituto Unai Etxebarria, que acabó yéndose. También abandonó el club Iván Buigues, tras jugar la recta final y ser sustituido en el último choque de promoción de ascenso. El alicantino había renovado durante la pasada campaña, pero finalmente también acabó fuera del club.
A contracorriente, la entidad tuvo que trabajar en la incorporación de nuevos arqueros. A mediados de agosto llegó Miño y el 30 del mismo mes, lo hizo Pablo Fid. Por último, el canterano Yari fue fichado el pasado mes de julio por el filial y forma parte del equipo de Tercera División.
