El Rioja

Las lluvias frenan la vendimia: 43 millones de kilos recogidos

Todo iba a pedir de boca y nos las prometíamos muy felices, pero el cielo manda y una vez más lo ha demostrado. La vendimia 2019 avanzaba escalonadamente y con paso firme, pero las fuertes lluvias del pasado domingo frenaron en seco la recogida de uva. Fueron tormentas fuertes, auténticos latigazos en algunas zonas que tuvieron el efecto de paralizar un día la vendimia y acelerarla a continuación en previsión de enfermedades.

Las últimas cifras llegadas a NueveCuatroUno hablan de 43.058.882 kilos de uva llegados a bodega hasta el día 17, divididos en 32.596.875 kilos de uva tinta y 10.462.007 de blanca. Resulta sintomático observar cómo el 13 se recogieron 5 millones de kilos, el 14 se llegó a 4,4 millones y el día 15 apenas 485.000 kilos de uva. Tras el obligado receso -literalmente en algunas viñas no se podía entrar-, el pasado 17 los remolques cargaron nuevamente cifras altas: 6,6 millones.

Rioja Oriental es la zona a la cabeza de kilos de uva vendimiada. Concretamente son 30.679.832 kilogramos divididos entre uva tinta, 24.112.414, y uva blanca, 6.567.418. Las cuentas son claras, a día de hoy el 71 por ciento del total llegado a las bodegas en el conjunto de la DOCa corresponde a este territorio.

Hasta 8.143.500 kilos asciende la uva cortada en Rioja Alta, donde la última semana la tinta toma protagonismo. Son 5.666.657 kilos de uva negra y 2.476.843 de blanca. El acumulado en Rioja Alavesa es de 4.235.550, resultante de la suma de 2.817.804 de tinta y 1.417.746 de blanca. Por territorios los datos son estos: La Rioja, 27.273.613 kilos; Navarra, 11.549.719 kilos y Álava, 4.235.550.

Preocupación, pero con la situación bajo control

No hay nerviosismo, en general, en el viticultor riojano. Es una idea aceptada que todo venía tan de cara, con viñedos con menos carga que otros años y con una sanidad sobresaliente, que existe un margen de maniobra y de tranquilidad ante las fuertes lluvias caídas estos días.

Julio López de Heredia era muy claro sobre lo acontecido en la zona de Haro: “Está claro que esta semana ha empezado mal y las previsiones son malas, malas porque está lloviendo con temperaturas altas durante el día y, sobre todo, porque por la noche no refresca y no corre el aire; la humedad relativa se mantiene muy elevada. Son condiciones ideales para la botrytis. De todas formas llegamos con un viñedo con una sanidad excelente y que está en condiciones de asimilar estos días cálidos y húmedos. Con lo que ha llovido esta noche son 25 litros en total en esta semana, nada excesivo, pero el problema es el calor. Hay que confiar en que el tiempo mejore, estamos preocupados pero tranquilos, aunque es cierto que sería muy dañino que se prolongase esta situación”.

“Hablo por supuesto de los viñedos que conozco, que llegan con poca carga, pero en viñas más vigorosas plantadas sobre suelos más fuertes y que retengan más la humedad los problemas pueden aparecer con rapidez. Todo irá, como siempre, “por barrios”. Pero repito, si no se prolonga esta suma de precipitaciones y temperaturas cálidas no hay dificultades insalvables. ¿La calidad?, no tiene por qué influir si la semana que viene despeja y refresca, ése es el secreto para que nos olvidemos rápidamente de estos días problemáticos”.

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