Desde la semana pasada y hasta medidos de octubre, aproximadamente, la zona que rodea a la estación de autobuses va a tener más movimiento de lo normal. El Ayuntamiento de Logroño ha puesto en marcha el dispositivo para atender a las personas que vienen a la ciudad para buscar trabajo como temporeros durante la campaña de la vendimia y se concentran, principalmente, en esa parte de la ciudad.
Varias personas forman parte de este dispositivo, desde la policía de Logroño, hasta personal del Ayuntamiento, pasando por los voluntarios de varias asociaciones riojanas como Cáritas, Cruz Roja, Cocina Económica y Banco de Alimentos.
La consigna
Uno de los trabajadores que ocupan su tiempo libre durante el dispositivo es Jorge González quien, junto con otros tres compañeros, se ocupa de las labores de consigna, con el objetivo de que los temporeros puedan guardar sus pertenencias mientras se dedican a la búsqueda de empleo.
“Nosotros nos encargamos de recoger y guardar las maletas o bolsas de los temporeros. Cuando llegan a la consigna apuntamos sus datos y les asignamos un número, el mismo que ponemos en sus maletas”, explica Jorge.
Tanto él como sus compañeros llevan varios años ocupándose de esta tarea durante la temporada de vendimia. En 2018 “pasaron quinientas personas por aquí, algunos conocidos de otros años. Al final compartes aventuras y te vas haciendo amiguetes”. Jorge cuenta que “el primer año me impactó mucho. Nunca había trabajado en este tipo de puesto y ves cómo vive otra gente y lo pasas mal”.
Este servicio de consigna va a estar en funcionamiento de 6 a 8 de la mañana y de 19.30 a 21.30 horas. Además, para las personas que no puedan hacer uso de los recursos municipales, y en previsión de que necesiten guardar durante el día colchones u otros enseres, el Ayuntamiento ha instalado un contenedor en Avenida de España para que depositen sus pertenencias las personas que duermen en la calle.
Voluntarios en el alojamiento
Ellos son los que se encargan de todo lo que tiene que ver con la acogida y la ayuda a los temporeros, tanto en el polideportivo Espatero como en el centro municipal de acogida, repartiéndoles los objetos necesarios para la pernocta y dándoles un recibimiento digno. En un principio, eran los propios vecinos de las calles que rodean la estación de autobuses los que repartían la comida que ellos mismos cocinaban en sus casas entre las personas que dormían a la intemperie.
Cuando se les pregunta a estos voluntarios por los temporeros, todos coinciden en la misma idea, “son personas como nosotros, trabajadores que no vienen a pedir absolutamente nada, solo llegan aquí para trabajar y hay muchas veces en las que ves ciertas situaciones de vulnerabilidad que te encogen el corazón”.
Ayuntamiento de Logroño
El consistorio es otro de los ejes de este dispositivo. La corporación se encarga, junto con las asociaciones que conforman la Mesa de la Pobreza, de organizar un dispositivo que favorezca tanto a temporeros, como a voluntarios y a vecinos de la ciudad.
Ellos son los responsables de establecer los paquetes de ayuda al temporero (colchón, funda, toalla y productos de higiene) además de su limpieza diaria. Saben que el dispositivo no llega a todos los trabajadores, por lo que, mediante los educadores sociales de su proyecto Alasca, localizan pequeñas concentraciones de temporeros en la calle y les informan sobre la ubicación de los servicios y los recursos que se ponen a su disposición.
El concejal de Servicios Sociales y Desarrollo Comunitario, Iván Reinares, quiere recalcar que “este dispositivo es para gente que viene sin trabajo, ya que los que tienen ya un acuerdo deberían contar con unos servicios de alojamiento y manutención costeados por el propio agricultor”. Reinares recalca que “lo que hacemos aquí es ayuda humanitaria junto con la colaboración de las entidades que participan con su total compromiso”.
